¿Cómo se apaga un volcán?
Los volcanes nunca paran del todo, sólo duermen entre erupciones, lo que complicada todavía más identificar el final de la actividad.
Tal y como lo define el Instituto Geográfico Nacional y explica la revista Nuestro Clima, un volcán es «el resultado visible
en la superficie terrestre de un largo proceso geológico, por el cual afloran
material rocoso fundido (magma) y gases del interior de la Tierra de una manera
más o menos violenta».
Estas formaciones están compuestas de varios
elementos, como el edificio volcánico, que es el relieve que se forma a raíz de
la acumulación de material en los alrededores de la zona de emisión; el
conducto por el que asciende el magma desde la cámara magmática y el cráter;
que es el orificio por el que se expulsa el material. La erupción que está
teniendo lugar en La Palma es de tipo estromboliana, es decir, que tiene
pequeñas explosiones con columnas eruptivas que pueden alcanzar los 15 kilómetros
de altura.
Según el Programa Global de Vulcanología del
Instituto Smithsonian, en el mundo hay alrededor de 1,356 volcanes activos. Y
aunque no todos están en erupción, con el despertar del volcán Cumbre Vieja de
La Palma, la incertidumbre sobre la actividad de los colosos ha estado en boga
en las últimas semanas. Distintos cuestionamientos han inundado la consciencia
colectiva, sobre cómo es la dinámica de un volcán, su erupción y además, cuándo
llega el final de esta. Los vulcanólogos intentan despejar estas dudas y
explican la evolución de las erupciones con un caso muy conocido, la erupción del
Fagradalsfjall en Islandia.
Los volcanes
nunca paran, sólo duermen
Dar una erupción por terminada es mucho más complejo
de lo que parece, por ello los expertos se niegan a dar esta declaración sin un
fundamento real que lo avale. Además, los volcanes nunca paran del todo, sólo
duermen entre erupciones, lo que complicada todavía más identificar el final de
la actividad. Ármann Höskuldsson, lleva 35 años estudiando las entrañas de los
volcanes en su natal Islandia, una nación muy pequeña comparada con el gran
número de volcanes que ostenta. Dentro de sus terrenos se alzan 130 colosos,
muchos de los cuales se encuentran activos.
El caso más relevante en los últimos meses ha sido
el volcán Fagradalsfjall que entro en erupción en marzo pasado y del que se
espera que llegue pronto a su final. Aunque esto no podría decirse con
seguridad, hasta que se den las señales más visibles de que cesa en actividad.
El vulcanólogo explica que, desde hace dos semanas la erupción del volcán ha
parado, aunque no puede declararse el final todavía.
Los meses en que el volcán estuvo vomitando material
incandescente, se formaron ríos de colada que avanzaron con lentitud. Luego la colada
se solidificó en la superficie, pero debajo de ella hay todavía material que
alcanza grandes temperaturas. Si se le observa de noche y aparece un tono
rojizo en los ríos de colada, entonces significa que el material debajo alcanza
todavía los 600°C. Esto sólo puede significar una cosa, continúa fluyendo
colada debajo de la capa solidificada exterior.
¿Cuándo puede declararse el
final de una erupción?
Entonces, ¿cuándo puede declararse el final?
Höskuldsson explica que uno de los indicadores que se buscan es la expulsión de
azufre. Una vez que el azufre deja de emanar por el cráter, significa que ya no
queda más magma por expulsar. En la mayoría de los casos esto suele suceder uno
o dos días después de que la erupción ha parado y ya no se observa humo.
Pero una vez que el final de la erupción de un
volcán ha llegado, queda todavía mucho por esperar. Es un reto para los
vulcanólogos saber cuándo es seguro acercarse a la colada que el volcán expulsó
durante su actividad. En muchas ocasiones esto puede tardar incluso años, como
en el caso de Holuhraun en 2014. Un año después de culminada la erupción, se
encontraron regiones de colada que alcanzaban los 40°C, una temperatura nada
segura para caminar sobre ella. Esto sucede porque el material exterior que se
solidifica en las capas más cercanas al ambiente, actúa como un aislante del
material incandescente que queda más abajo.
El caso de La
Palma
En el caso del volcán Cumbre Vieja en La Palma, es
probable que este proceso tarde menos una vez que se declare el final de la
erupción. La isla de Canarias tiene una geografía con más relieve que Islandia,
es decir hay mayores pendientes que permiten el avance de la colada más
rápidamente hacia el mar. No obstante, parece que para llegar a aquel punto
todavía resta más tiempo, ya que no se sabe cuándo culminará la actividad del
coloso.
El ímpetu de la naturaleza es imparable y ante este
tipo de eventos, la humanidad sólo puede aprender de ello para estar mejor
preparados para futuras erupciones. En ese proceso se encuentra la isla de
Canarias, que por ahora no puede actuar ante el coloso, cuya actividad es
imparable. No se sabe con seguridad cuándo llegará el final de la erupción de
Cumbre Vieja, sólo queda esperar a que la naturaleza culmine su trabajo y luego
aprender de ello.
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