Defensores planetarios contra asteroides: tras DART de la NASA viene Hera de la ESA
El mundo estará observando el histórico lanzamiento de la nave espacial DART de la NASA el miércoles 24 de noviembre, que pretende alterar una pequeña parte del sistema solar para siempre.
DART impactará con una pequeña
luna de un asteroide para desviar su órbita alrededor del cuerpo principal. Así
se probará la técnica para desviar objetos peligrosos de sus trayectorias hacia
la Tierra.
La Agencia Espacial Europea (ESA)
proporcionará un apoyo crucial a DART desde sus estaciones terrestres durante
su salida hacia el espacio profundo, ayudando a retransmitir señales de esta
ambiciosa misión inmediatamente después de su lanzamiento.
Por otra parte, existe un grupo
de europeos que seguirán la campaña de lanzamiento de DART con especial
interés: el equipo que está desarrollando la nave espacial Hera de la ESA,
diseñada para realizar una evaluación pormenorizada de las consecuencias de la
colisión de DART.
«Llegar al lanzamiento de esta
primera misión de defensa planetaria ha supuesto un duro trabajo. Deseamos a
nuestros compañeros estadounidenses un enorme y merecido éxito», comenta Ian
Carnelli, quien supervisa la misión Hera de la ESA.
« DART y Hera se concibieron
originalmente como una misión coordinada compuesta por dos naves espaciales, en
el que una misión realizaría la desviación y la otra tomaría medidas precisas
de los resultados».
«Con los años, se separó la
implementación de ambas misiones, pero se mantuvo la cooperación internacional
mediante el consorcio científico de Evaluación de la Desviación del Impacto de
Asteroides, o AIDA según sus siglas en inglés. Y, aunque ambas naves están
diseñadas para operar por separado, su contribución global a la ciencia se verá
enormemente ampliada con la combinación de sus resultados».
La Prueba de Redireccionamiento
de Asteroides Dobles o DART, por sus siglas en inglés, chocará con la luna (el
componente menor) del asteroide binario Didymos en septiembre del 2022,
impactando a una velocidad de unos 6,6 kilómetros por segundo. Mientras que el
asteroide doble Didymos mantendrá prácticamente intacto su movimiento alrededor
del sol, se espera que la colisión desvíe la órbita del pequeño asteroide
Dimorphos, de unos 160 metros de diámetro, alrededor del asteroide principal
Didymos, de 780 metros de diámetro, de manera pequeña pero inconfundible, una
fracción de un uno por ciento, lo suficiente como para que se pueda medir con
radares y telescopios terrestres.
Pero la observación a través del
espacio nos deja todavía con muchas incógnitas, como la masa exacta de
Dimorphos, su composición y su estructura interna, así como el tamaño y la
forma del cráter que dejará la DART. Así que en noviembre del 2024 la Hera
partirá hacia el sistema Didymos, comenzando su detallada «investigación de la
escena del crimen» de los dos asteroides hacia finales del 2026.
Al recopilar datos de cerca, Hera
ayudará a transformar el experimento de impacto a gran escala de DART en una
técnica de desvío bien comprendida y repetible, lista para su uso si algún día
se descubre un asteroide encaminado hacia la Tierra.
La sonda interplanetaria Hera
también desplegará un par de CubeSats del tamaño de una caja de zapatos para
realizar observaciones complementarias: Milani realizará observaciones
espectrales de la superficie, mientras que Juventas realizará los primeros
sondeos de radar que se hayan realizado nunca en un asteroide.
La nave espacial Hera la está
construyendo OHB en Alemania, mientras que los demás elementos de la misión
están tomando forma por toda Europa. Por ejemplo, el sistema preciso de guiado,
navegación y control (esencial para volar la nave espacial, del tamaño de un
escritorio, alrededor del asteroide doble) lo está desarrollando GMV en España,
mientras, actualmente, se están realizando pruebas sobre el prototipo del radar
de Juventas en el centro técnico ESTEC de la ESA en los Países Bajos.
El distante punto final de toda
esta actividad pronto se volverá mucho más tangible, según comenta Patrick
Michel, director de investigación del Observatorio de la Costa Azul del CNRS en
Francia e investigador principal de Hera. «O bien directamente o por medio del
selfie-sat LICIA que lo acompaña y está hecho en Italia, el año que viene DART
debería ofrecernos nuestra primera imagen tomada de cerca del sistema Didymos.
Una extensa comunidad
internacional está expectante por ese primer atisbo, y el posterior
reconocimiento más detallado de Hera. Estas dos misiones cuentan con la
participación de cientos de investigadores en total, de decenas de
instituciones de toda Europa, Estados Unidos y de otros países tan distantes
como Japón y Uruguay, que coordinan sus esfuerzos mediante la colaboración
AIDA, con una amplia relación entre los científicos de DART y de Hera».
«La cooperación internacional es
un elemento esencial en los esfuerzos de defensa planetaria».
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