Descubren un insólito exoplaneta a 379 años luz de la Tierra
Un exoplaneta similar a Júpiter asombra a los científicos: describe una órbita extensa de 261 días, se posiciona a 379 años luz de la Tierra y se deja ver mientras gira alrededor de su estrella. Hasta el momento, no se habían observado estas tres condiciones juntas en otros astros de su tipo.
Astrónomos de la Universidad de California en
Riverside, en Estados Unidos, han descubierto un enorme exoplaneta oculto a los
telescopios que se ubica a 379 años luz de la Tierra. Es un astro gaseoso
similar a Júpiter, pero tres veces más masivo. Contiene 105 veces la masa de la
Tierra en elementos más pesados que el helio y el hidrógeno. Nada parecido
existe en nuestro Sistema Solar: además, presenta una órbita de varios cientos
de días y es posible verlo transitar frente a su estrella.
Según una nota de prensa, el exoplaneta es especial
por varias razones. En primer término, tarda 261 días en realizar un viaje
completo alrededor de su estrella, un período muy largo de acuerdo a lo
esperado en estos astros gaseosos extrasolares: los investigadores estiman que
las órbitas de este tipo de exoplanetas no deberían superar los 100 días.
Su ubicación también es sorprendente, ya que es
relativamente cercana a la Tierra de acuerdo a la lejanía que se ha verificado
en otros exoplanetas gigantes y gaseosos. Al mismo tiempo, los investigadores
creen que el brillo que desprende su estrella, clasificada dentro de la
variedad G5 y ligeramente evolucionada, podrá ayudar a aprender más sobre ella
y el planeta que la orbita.
El astro ha sido denominado TOI-2180 b, y también
resalta por su conformación: estaría compuesto por una abismal concentración de
elementos pesados, que no tiene ninguna semejanza con lo conocido hasta hoy por
los astrónomos en el Sistema Solar, e incluso en gran parte de los exoplanetas
detectados hasta el momento. Al parecer, existiría una correlación entre la
masa del planeta, el enriquecimiento con metales y las propiedades orbitales
que marcan el tránsito alrededor de su estrella anfitriona.
El descubrimiento fue concretado por el astrónomo
Paul Dalba y un equipo de científicos de la universidad estadounidense, con el
acompañamiento de un grupo de aficionados que conforman el Visual Survey Group.
Los resultados de la investigación se presentaron en un nuevo estudio,
recientemente publicado en The Astronomical Journal.
El enorme y extraño planeta fue localizado gracias
al satélite TESS de la NASA, dedicado a buscar “caídas” en el brillo de una
estrella, una señal que marca el paso de un astro mientras describe su órbita.
El Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS, según las siglas en
inglés) fue lanzado el 18 de abril de 2018: su objetivo principal es “escanear”
una amplia zona del espacio que incluye más de 200.000 estrellas, buscando
exoplanetas en tránsito.
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