Detectan un exoplaneta que podría albergar agua líquida

 

Se ha descubierto un exoplaneta (planeta de fuera de nuestro sistema solar) más grande que la Tierra pero menor que Neptuno, en órbita a una estrella enana roja. Una característica de ese mundo, llamado TOI-2257 b, podría denotar que alberga agua líquida en algunas zonas.

Las enanas rojas son estrellas más pequeñas y más frías que nuestro Sol. Alrededor de cada estrella existe una franja orbital en la cual el calor recibido de la estrella es el idóneo para permitir la existencia de agua líquida en planetas que estén allí. Esa franja orbital, conocida como “zona habitable”, está a menor distancia de la estrella cuando esta es una enana roja que cuando es como el Sol. La órbita de la Tierra, a unos 150 millones de kilómetros del Sol, la mantiene dentro de la zona habitable alrededor del Sol.

Por otra parte, la distancia entre un exoplaneta y su estrella es un factor crucial para su detección desde nuestro sistema solar: cuanto más cerca esté un planeta de su estrella, mayor será la probabilidad de que pueda ser detectado.

El hallazgo de TOI-2257 b lo ha hecho el equipo internacional de Nicole Schanche, de la Universidad de Berna en Suiza.

Con su período orbital de 35 días, TOI-2257 b orbita en torno a su estrella a una distancia en la que es posible la existencia de agua líquida en el planeta y, por tanto, podrían darse las condiciones favorables para la aparición de la vida.

 Los planetas que se encuentran en la zona habitable alrededor de una estrella enana roja son más fáciles de estudiar porque tienen períodos orbitales más cortos y, por tanto, pueden ser observados con más frecuencia.

El radio de TOI-2257 b (2,2 veces mayor que el de la Tierra) sugiere que el planeta es más bien gaseoso, sin una corteza sólida como la que poseen la Tierra, Venus y otros planetas, y que a suficiente profundidad en dicha atmósfera la presión se vuelve enorme. Sin una superficie como la de la Tierra, la hipotética vida no podría parecerse mucho a la que conocemos

Además, TOI-2257 b no tiene una órbita circular y concéntrica. De hecho, Schanche destaca que la excentricidad orbital de TOI-2257 b es la mayor de entre todas las de los planetas conocidos que orbitan alrededor de una estrella de baja temperatura. Esto reduce aún más la habitabilidad del planeta puesto que, si bien la temperatura media del planeta es parecida a la de la Tierra, varía entre unos 100 grados centígrados y 80 bajo cero dependiendo del punto de su órbita en el que se encuentre el planeta, lejos o cerca de la estrella. Un margen tan grande de temperaturas dificulta la adaptación de las hipotéticas formas de vida.

Una posible explicación para esta enorme excentricidad orbital es la presencia en ese sistema solar de un planeta con gran masa, cuya fuerza de gravedad haya estado perturbando la órbita de TOI 2257 b hasta volverla tan excéntrica.

Nuevas observaciones que midan la velocidad radial de la estrella ayudarán a confirmar la cuantía de la excentricidad y a buscar en ese sistema solar posibles planetas adicionales todavía no detectados.

 

Schanche y sus colegas detallan sus observaciones en la revista académica Astronomy and Astrophysics, bajo el título de “TOI-2257 b: A highly eccentric long-period sub-Neptune transiting a nearby M dwarf”. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

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