La Universidad de Chile lanzará en abril el primer enjambre de satélites desarrollados en el país
Tres satélites principales, SUCHAI 2, SUCHAI 3 y Plantsat, más dos pequeñas unidades denominadas femtosatélites -que serán desplegadas desde SUCHAI 3-, componen la constelación/enjambre desarrollada por un equipo multidisciplinario de científicos/as de varias instituciones de investigación nacional, liderado por la Universidad de Chile.
Se trata de la primera experiencia desarrollada por
un grupo de civiles en el país, que continúa el trabajo comenzado con el
nanosatélite SUCHAI 1 -lanzado en 2017- y que permitirá dar un salto en el
Programa Espacial de la Universidad de Chile hacia tecnologías y medición de
ambientes espaciales más sofisticados.
“Nuestro objetivo es tener y presentar desafíos
importantes a las personas que estamos formando para que adquieran habilidades
relevantes y sofisticadas para abordar los problemas que tenemos en el país, y
en el ámbito espacial tenemos muchos de esos desafíos”, indica Marcos Díaz,
académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica (DIE) y coordinador del
Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL) de la Universidad de
Chile, líder del proyecto.
“Como programa buscamos que sea integrador, que
podamos convertirnos en un equipo nacional de trabajo en este ámbito de
investigación y poder articular a investigadores expertos nacionales en el desarrollo
espacial, que tienen habilidades que quizás no las estaban pensando para el
espacio, pero que ahora, con las oportunidades que estamos teniendo de poder
llegar con tecnologías más modernas y ágiles, se ponen al servicio del
desarrollo espacial”, agrega.
“Es el momento de empezar a creer en nuestras
propias capacidades. Debemos confiar en que somos capaces de desarrollar
tecnología avanzada en forma autónoma. La actitud de desconfianza que nos lleva
a privilegiar adquirir tecnología importada debe dar paso a concebir una nueva
visión: tomar el riesgo de desarrollar nuestra propia tecnología en aquellos
ámbitos en que podamos abrir nuevas oportunidades para nuestro país”, señaló el
decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de
Chile, Francisco Martínez.
Nanosatélites más sofisticados
Los tres satélites principales -aún clasificados en
la categoría de nanosatélites- miden 10x10x30 cm y pesan alrededor de 3 kilos,
el triple que SUCHAI 1. El aumento de sus volúmenes entrega ventajas para el
desarrollo y transporte de experimentos e instrumentos más sofisticados, además
de baterías y paneles solares más grandes, lo que se traducirá en mayor energía
para la vida y uso de estos sistemas.
Entre los experimentos a bordo de los SUCHAI 2 y 3
se encuentran magnetómetros -instrumentos para medir la intensidad del campo
magnético-, una sonda Langmuir, para estudiar la ionósfera, contadores de
partículas de radiación solar y una cámara para evaluar la contaminación
lumínica nocturna en el norte de Chile. El Plantsat contiene una planta análoga
de las utilizadas para alimentación y generación de oxígeno (tillandsia o
clavel del aire), que no requiere sustrato para sobrevivir, y contenedores con
organismos extremófilos, que pueden ser útiles para purificar el agua, degradar
residuos o con usos en una potencial minería espacial. Su objetivo es
determinar si estos organismos biológicos toleran el ambiente espacial, la
microgravedad y la radiación.
En el ámbito del desarrollo tecnológico, los
satélites probarán modelos de comunicación moderna, software de vuelo,
predicción y optimización del uso de baterías en el espacio, sistemas de
cámaras más sofisticadas y la utilización de un modelo de internet de las cosas
en el espacio, entre otros.
Trabajo multidisciplinario y multiinstitucional
Esta nueva etapa del Programa Espacial de la
Universidad de Chile contó con la participación de científicas/os de distintas
disciplinas provenientes tanto de la FCFM como de la Facultad de Ciencias de
esta casa de estudios e instituciones nacionales de investigación, entre ellas,
la U. de Santiago, de Valparaíso, de Antofagasta, PUC de Valparaíso, la
Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Biociencia, CINNDA y SIRIO. Además
de colaboradores internacionales de la Embry-Riddle Aeronautical University, TU
Delft y Rubin Observatory.
Como parte de los objetivos del Programa Espacial de
la Universidad de Chile, en el ámbito de formación de capital humano avanzado
para el país en el área de tecnología espacial, estos proyectos contaron con la
participación de estudiantes tanto de la universidad como de otras
instituciones de investigación nacionales, apelando a una mirada de proyecto de
país y desarrollo de capacidades locales.
“Quiero felicitar al equipo que dirige Marcos,
felicitar a la Facultad, a los colaboradores internacionales por este
importante logro. Un logro que está totalmente alineado con las acciones e
iniciativas que estamos impulsando desde el Ministerio de Ciencia, la verdad
que son programas muy complementarios. Estoy muy contento de que podamos
impulsar este tipo de actividades en conjunto”, sostuvo el ministro de Ciencia,
Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve. “El anhelo del decano de
que la ciencia sea parte del desarrollo del país se construye gradualmente, y
eso requiere políticas de largo plazo, políticas de Estado, y en eso hemos
trabajado”, agregó.
Comentarios
Publicar un comentario