Científicos de Harvard apuntan a que el cometa 3I/ATLAS está emitiendo señales extraterrestres
El astrofísico de Harvard plantea que el objeto interestelar 3I/ATLAS, hoy de paso por el Sistema Solar, habría estado alineado con la dirección de la señal Wow! en 1977 y a una distancia de ~600 UA, lo que exigiría un transmisor de potencia gigavatio.
La vieja cicatriz de la radioastronomía —la señal Wow! captada durante 72 segundos por el radiotelescopio Big Ear de Ohio en agosto de 1977— vuelve a abrirse. El astrónomo Avi Loeb ha propuesto que el actual objeto interestelar 3I/ATLAS (tercer visitante confirmado desde el espacio interestelar) pudo ser el origen de aquella emisión: al retrotraer su órbita, el cuerpo habría pasado a ~600 veces la distancia Tierra-Sol (600 UA) y alineado a unos 4°–8° de las coordenadas de la Wow!, una coincidencia que Loeb estima con una probabilidad del 0,6% si fuese aleatoria. A esa distancia, la intensidad registrada implicaría un transmisor de 0,5–2 gigavatios, del orden de un reactor nuclear. El propio Loeb reconoce que la hipótesis es especulativa y pide que se busquen emisiones de radio del objeto cerca de la línea del hidrógeno (1420 MHz).
El telón de fondo lo pone el propio 3I/ATLAS: descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, su trayectoria hiperbólica y su alta velocidad (~219.000 km/h) certifican su origen extrasolar. Es el tercer visitante tras ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Su paso cercano a Marte entre el 1 y el 7 de octubre está en la agenda de Mars Reconnaissance Orbiter (NASA), Mars Express y ExoMars TGO (ESA), y JUICE intentará observarlo durante noviembre antes de que el objeto se aleje hacia el exterior del Sistema Solar. Las agencias y medios especializados subrayan que no supone amenaza para la Tierra.
La hipótesis de Loeb ha encendido titulares porque mezcla cronología, alineación y potencia en un relato sugerente: la dirección de llegada de 3I/ATLAS encaja en grados con la región del cielo de la Wow!, su aparente “optimización” de trayecto cerca de planetas y su baja aceleración no gravitatoria alimentan la discusión sobre su naturaleza. Pero, por ahora, la mayoría de expertos ve rasgos compatibles con un cometa: coma y cola detectadas, hielos de agua y CO₂, y una dinámica sin señales claras de propulsión. La vinculación con la Wow! sigue siendo una conjetura mediática, a la espera de observaciones directas de radio que puedan confirmarla o descartarla.
Qué
mirar ahora
Las próximas ventanas de observación desde las sondas en Marte y, después, desde JUICE
alrededor de Júpiter podrían
aportar datos de composición, actividad y—si hay suerte—huellas de emisión de radio asociadas. Hasta entonces, el
vínculo 3I/ATLAS–Wow! es una línea de
investigación provocadora, no una confirmación de vida
inteligente.
Contexto
esencial
· Wow! (1977): señal estrecha en la banda del hidrógeno, registrada por Big Ear; nunca se repitió y su origen sigue siendo desconocido.
· 3I/ATLAS (2025): tercer objeto interestelar conocido; descubierto el 1 de julio; trayectoria hiperbólica y paso por el entorno de Marte (principios de octubre) y Júpiter (noviembre); sin riesgo para la Tierra.
En suma: titular
de impacto, evidencia preliminar. Si 3I/ATLAS guarda algún
secreto, las próximas semanas dirán si es pura
química cometaria o algo más.
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