Los lobos podrían haberse convertido en perros sin intervención humana
Un estudio respalda la teoría de la autodomesticación
Un nuevo
modelo matemático sugiere que los lobos podrían haber evolucionado en
perros sin necesidad de que los humanos los domesticaran activamente.
La investigación, publicada en Proceedings of the Royal Society: Biological
Sciences, demuestra que, en las condiciones adecuadas, los lobos
que se acercaban a los asentamientos humanos en busca de alimento pudieron
formar poblaciones aisladas y convertirse en una especie separada en tan solo
8000 años.
¿Domesticación
o selección natural?
Durante
años, los científicos han debatido si los primeros perros fueron domesticados
por el ser humano o si fueron los propios lobos quienes se adaptaron a la convivencia con
las personas. La nueva teoría de la autodomesticación
sugiere que algunos lobos, menos agresivos y más tolerantes con los humanos, se
acercaron a los asentamientos en busca de comida fácil. Estos individuos
habrían reproducido
entre sí sus rasgos dóciles, iniciando un proceso de
diferenciación que eventualmente llevó al surgimiento de los primeros perros.
El estudio señala que si estos lobos domesticados solo se
apareaban con otros lobos igualmente dóciles, la transición hacia los perros
habría ocurrido en menos de 8000 años. Sin
embargo, si continuaban mezclándose con lobos salvajes, nunca habrían llegado a
formar una nueva especie.
Un hallazgo que cambia la visión de la domesticación
Este modelo contradice la idea de que la domesticación de los
perros fue un proceso exclusivamente controlado por los humanos. En lugar de
seleccionar activamente a los lobos más dóciles para su cría, los primeros
humanos podrían haber sido simplemente observadores y beneficiarios de un proceso
evolutivo natural.
No obstante, algunos expertos han cuestionado esta hipótesis,
argumentando que los humanos del Paleolítico evitaban que los grandes carnívoros se
acercaran a sus asentamientos para proteger sus recursos. A
pesar de ello, el estudio sugiere que la convivencia entre humanos y lobos fue
más compleja de lo que se pensaba y que ambos pudieron desempeñar un papel en
la transformación del lobo en perro.
Más allá de quién inició el proceso, estos hallazgos refuerzan la
idea de que la domesticación es una relación bidireccional,
en la que los animales
también pueden adaptarse a los humanos y no solo al revés.
.-
Comentarios
Publicar un comentario