Columnas vertebrales humanas fueron usadas como postes hace 500 años en Perú

 

Había centenares de vértebras ensartadas en cañas. Eran huesos de hace 500 años, entre el final del dominio inca y el inicio de la colonización española, que los arqueólogos han encontrado en el Valle de Chincha, en la costa sur de Perú. Se habían usado como postes, en una macabra práctica digna de aquel periodo convulso.

La región vivía una época turbulenta. Las grandes hambrunas y las epidemias fueron habituales entre los años 1450 y 1650. Se generalizó el saqueo y la destrucción de tumbas indígenas, especialmente durante el periodo colonial. Así que los nativos quizás eligieron construir esos postes como fórmula para restituir la memoria de sus ancestros, indican los investigadores en un artículo publicado en la revista Antiquity.

Este tipo de tratamiento de los restos de los difuntos no se había documentado nunca antes en la región. La mayoría de estas vértebras en cañas se encontraban junto a grandes y elaboradas tumbas indígenas conocidas como chullpas, que se reparten en cientos por la región.

En casi todos los casos, cada uno de los postes (hay casi 200) parece haber sido hecho con los restos de un único individuo. Y se seleccionaron tanto adultos como jóvenes para esta práctica. El valle había sido el hogar del complejo Reino de Chincha desde el año 1000 hasta el 1400 después de Cristo, cuando se acabó incorporando al Imperio Inca.

La región, sin embargo fue devastada con la llegada de los europeos. La población disminuyó catastróficamente de más de 30.000 clanes familiares en 1533, a apenas 979 en 1583. "Este fue un período turbulento en la historia del Valle de Chincha, cuando las epidemias y las hambrunas diezmaron a los pueblos locales”, apunta el doctor Jacob L. Bongers, de la Universidad de East Anglia.

“El saqueo de tumbas indígenas estuvo generalizado en todo el valle durante el período colonial”, añade Bongers, cuya investigación anterior había documentado cientos de tumbas saqueadas en la región, una práctica vinculada a los esfuerzos españoles para erradicar las prácticas religiosas indígenas y sus costumbres funerarias.

Los análisis de las vértebras sugieren que este sistema pudo haber sido ideado para reparar el daño causado por este saqueo. La datación por radiocarbono sugiere que el enhebrado de las vértebras en las cañas se hizo después del entierro inicial. La gente regresaba a las chullpas para reconstruir a sus muertos, quizás después de que fueran dañados por los saqueadores.

"Nuestros hallazgos sugieren que estos huesos representan una respuesta indígena, directa y ritualizada al colonialismo europeo”, indica Bongers. La integridad corporal después de la muerte era importante para muchos grupos nativos de la región. El pueblo cercano de Chinchorro desarrolló las primeras técnicas conocidas para la momificación artificial, milenios antes del Antiguo Egipto. Cuando los europeos destruyeron las momias de los Andes, los indígenas salvaron lo que pudieron. Los postes del Valle de Chincha pueden haber sido parte de un esfuerzo similar.

"Los rituales juegan un papel importante en la vida social y religiosa, pero pueden ser cuestionados, especialmente durante los períodos de conquista en los que se establecen nuevas relaciones de poder", explica el arqueólogo. "Nuestros hallazgos refuerzan la idea de que las tumbas son un área donde se desarrolla este conflicto", concluye.



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