El archipiélago del mar Tetis fue un hábitat único hace más de 120 millones de años
Durante el Jurásico y Cretácico (hace entre 201 y 66 millones de años) la actual península Ibérica fue una gran isla dentro del mar Tetis. Este mar tropical, precursor del actual Mediterráneo, estaba salpicado de numerosas islas, formando un gran archipiélago en su zona central. Un nuevo estudio analiza cómo se distribuyeron las carofitas (un grupo de plantas acuáticas) en este archipiélago hace entre 130 y 120 millones de años, durante el Barremiense y el Aptiense inferior, con el fin de estudiar cómo se manifestaban los efectos de la insularidad en las diferentes especies que habitaban allí.
El estudio lo ha realizado un equipo conformado por
investigadores de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el IRBio de la
Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Catalán de Paleontología Miquel
Crusafont (ICP), la Universidad de Viena en Austria y el Instituto Politécnico
Nacional (IPN) de México
Los
resultados del estudio muestran que el archipiélago contenía una flora
diferente a la de los continentes vecinos y que se caracterizó por la
diversidad de especies endémicas de la familia Clavatoraceae.
Aunque las islas estaban separadas, el flujo de
poblaciones entre las islas debió ser bueno, dado que no se observan grandes
diferencias taxonómicas entre ellas.
Dentro del archipiélago se observan algunos patrones
florísticos tanto latitudinales (relacionadas con el clima) como longitudinales
(probablemente relacionadas con los vectores de dispersión animal).
Por otro lado, las islas del archipiélago presentan
el primer registro de algunas especies que posteriormente se distribuirían en
amplias zonas del planeta, incluyendo especies que se convertirían en
cosmopolitas en una franja latitudinal.
La comparación con los ostrácodos, unos crustáceos
que a menudo vivían en los prados de carofitas, muestra que estos patrones
biogeográficos serían extrapolables a otros grupos del mismo archipiélago,
formando lo que sería probablemente una bioprovincia diferenciada.
El estudio, cuya primera firmante es Alba Vicente
del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, se titula “A
bioprovince for the Barremian–Aptian charophytes of the Central Tethyan
Archipelago”. Y se ha publicado en la revista académica Cretaceous Research.
(Fuente: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
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