Elon Musk, acusado de maltrato animal por experimentos realizados en 23 monos
El último quebradero de cabeza de Elon Musk no tiene que ver con las fabricas de Tesla ni los satélites de SpaceX. Tampoco es el resultado de una de sus habituales y polémicas declaraciones en Twitter. Neuralink, la empresa que creó para investigar las posibilidades de conectar el cerebro directamente con una máquina, ha sido acusada por un grupo de protección de derechos de los animales, el Comité de Médicos para la Medicina Responsable, del maltrato de 23 monos, llegado a causar la muerte de varios de ellos.
La compañía está desarrollando un implante cerebral
capaz de traducir la actividad de las neuronas en instrucciones que un
ordenador puede comprender. Musk cree que esta tecnología se podrá usar en un
futuro para tratar una amplia variedad de trastornos neurológicos o incluso para
controlar máquinas y robots directamente con la mente.
Pero antes de ser implantados en humanos, los
dispositivos están probándose en cerdos y monos. El pasado mes de febrero Musk
mostró cómo uno de estos últimos era capaz de controlar un videojuego usando
solo la mente.
En una denuncia presentada ante el Departamento de
Agricultura de los EE.UU., no obstante, el Comité de Médicos para la Medicina
Responsable asegura que la empresa no está siguiendo los estándares éticos que
deben aplicarse en la experimentación con animales.
De los 23 monos que Neuralink adquirió del centro de
primates de la Universidad de Davis en California en 2019 sólo siete sobreviven
y a varios les faltan los dedos de las manos y los pies "posiblemente por
automutilación o algún otro trauma no especificado", según afirma el
borrador de la denuncia.
En total, el comité cree que Neuralink y la
Universidad de Davis han violado nueve de las leyes de bienestar animal,
incluyendo la obligación de los investigadores de minimizar el dolor y la
angustia para los animales, la necesidad de realizar observaciones diarias de
los mismos y la ausencia de un veterinario asistente que asesore sobre el uso
de anestesia.
Neuralink ha negado estas acusaciones, insistiendo en su compromiso con el bienestar animal. "Todos los nuevos dispositivos y tratamientos médicos deben probarse en animales antes de que puedan ser probados éticamente en humanos", explican desde la compañía. La empresa asegura además que recibe inspecciones periódicas del Departamento de Agricultura para comprobar sus instalaciones y evaluar su programa de cuidado de animales.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2022/02/16/620bd80dfc6c83c33e8b45c5.html
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