La NASA cancela las caminatas espaciales tras casi ahogarse un astronauta
La NASA lleva décadas realizando misiones con el
objetivo de comprender mejor qué es lo que ocurre en el espacio y qué posibles
peligros podrían afectar a la humanidad. Aun así, en determinadas ocasiones, la
situación ha sido preocupante para algunos de los astronautas que se encuentran
en la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés). Este es,
sin duda alguna, el principal núcleo de investigación del ser humano que hay fuera
de la Tierra.
Allí, de forma rotativa, siempre hay astronautas
llevando a cabo tareas de mantenimiento e investigación. Desde que la estación
está operativa, lo cierto es que no ha fallecido ningún astronauta, pero sí ha
ocurrido algún que otro problema potencialmente mortal. El último de ellos tuvo
lugar el pasado 23 de marzo. En dicha fecha, el astronauta Matthias Maurer,
durante una de las 'caminatas' que suelen realizarse entre los módulos, sufrió
un pequeño incidente.
Al parecer, de acuerdo con la información ofrecida
por Digital Trends, en mitad de la operación el casco comenzó a llenarse de
agua. Afortunadamente, todo quedó en un susto, pero este hecho ha provocado que
todas las misiones que iban a realizarse en las siguientes semanas hayan terminado
suspendidas. No es la primera vez que ha ocurrido, por lo que la NASA quiere
abrir una investigación a este respecto.
Al parecer, las primeras investigaciones hablan de
que el casco se llenó de agua hasta en un 50% de su cavidad, un dato muy
peligroso que hizo abortar los diferentes trabajos que iban a realizarse aquel
día. Tras un primer análisis, se ha podido comprobar cómo las almohadillas
presentes en la parte inferior del casco no fueron suficientes para evitar este
problema. Ahora bien, ¿por qué nos encontramos ante un episodio un tanto
delicado?
En el año
2013 se vivió algo parecido. En aquella ocasión, no obstante, sí hubo un serio
riesgo de ahogamiento por parte del astronauta italiano Luca Parmitano. Su
propio testimonio y las investigaciones realizadas posteriormente determinaron
que el empleado de la NASA había tenido grandes dificultades para poder
respirar, ya que el agua depositada en el casco había llegado a estar a la
altura de la nariz. Por fortuna, todo quedó en un susto.
El máximo órgano de ingeniería aeroespacial quiere
ser precavido ante un problema que podría repetirse en el futuro. Al parecer,
una bomba presente en el traje de astronauta podría haber sido el causante de
este problema. No obstante, en la NASA reina la calma y la confianza, un hecho
motivado por no haberse producido ningún accidente mortal en este tipo de
misiones.
Habrá que esperar un tiempo, por tanto, para conocer
cuáles fueron las causas exactas que han provocado este incidente. Se espera
que a lo largo de las próximas semanas pueda restablecerse el servicio con el
objetivo de obtener más información al respecto. Cabe destacar que se trata de
misiones de vital importancia y cuyos paros pueden suponer millones de dólares
en pérdidas para el organismo público estadounidense.
,-
Comentarios
Publicar un comentario