El cometa Halley podría chocar contra el telescopio James Webb
Uno de los cometas más conocidos por el Sistema
Solar es el cometa Halley, que visita al mismo más o menos cada 75 años, el
único de período corto que es visible desde el planeta Tierra –curiosamente,
también el único que puede verse 2 veces en una vida humana–.
Gracias al estudio de su composición, que fue
posible en la década de los 80 –la última vez que se pudo observar fue en
1986–, los astrónomos descubrieron que su superficie estaba formada por polvo y
materiales no volátiles, y no tanto por hielo.
Por lo general, los cometas o asteroides no suponen
ningún problema mayor, ya que la Tierra recibe el impacto de uno 17.000
asteroides al año, según un estudio de la Universidad de Manchester y el
Imperial College de Londres (Reino Unido) publicado en Geology.
A pesar de que son comunes las visitas de dichos
objetos venidos del más allá cósmico, la NASA plantea la amenaza como real y ya
prepara su programa Double Asteroid Redirection Test (DART), que desviará un
asteroide en otoño de 2022 con una nave Falcon 9 de SpaceX.
Más aún, la agencia espacial estadounidense se ha
interesado por un sistema de escudo anti asteroides planteado por un
científico, que conseguiría reducir el tamaño de los objetos antes de su
entrada en la atmósfera.
Sin embargo, el problema real se encuentra lejos del
planeta azul, concretamente, en la tecnología que la humanidad expande por el
universo para comprender aún su negritud.
Según recoge Nature, la Oficina de Medio Ambiente de
Meteroides de la NASA ya fue testigo de un impacto en mayo de este mismo año de
micrometeroides del tamaño de granos de arena sobre el telescopio espacial
James Webb.
A pesar del impacto, no afectó a las imágenes
recientemente publicadas por el mismo. Aun así, la NASA ya se está preparando
para defender el Webb, un telescopio que ha costado 11.000 millones de dólares
y que tendría que aguantar hasta 2040.
Una de las partes del espejo del Webb conocido como
C3 sufrió golpes desde el 23 al 25 de mayo, aunque se cree que no habrían
afectado a la calidad de imagen del telescopio. En total, el Webb se ha
enfrentado a 6 colisiones con restos de polvo.
Ahora, los astrónomos tienen que maniobrar y
calcular las trayectorias para que la corriente del cometa Halley no inutilice
los sistema del James Webb, un hecho que podría ocurrir en mayo de 2023 y en el
mismo mes de 2024.
.-
Comentarios
Publicar un comentario