Aparece una beluga en el río Sena camino de París

 

Hace unos días, las autoridades francesas informaron de la presencia de una ballena beluga recorriendo las aguas del río Sena. En un principio instaron a los ciudadanos de no acercarse a ella para evitar un posible estrés, pero lo que preocupa realmente ahora es el "bajo peso" que presenta.

Este avistamiento sorprendió a todos porque generalmente esta especie protegida se encuentra en las aguas del Ártico. Sin embargo, consiguió llegar hasta el Sena y subir por una vía fluvial hasta alcanzar casi Paris, situándose a tan solo 44 millas, es decir, unos 70 kilómetros.

Concretamente está entre las presas de Poses y Saint-Pierre-la-Garenne. Su estado de salud no es el más adecuado, puesto que parece tener bajo peso y cambios en la piel, lo que ha provocado una importante preocupación.

Los servicios de rescate, bomberos y funcionarios de biodiversidad franceses se movilizaron rápidamente y decidieron poner en vigilancia al animal para conseguir una evaluación total de su estado.

Gerard Mauger, subdirector del Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos de Francia, informó de la beluga "muy poco tiempo en la superficie", por lo que su capacidad pulmonar parecía buena. Además, confirmó que los rescatistas querían guiarla hasta la desembocadura del río.

Por su parte, Lamya Essemlali, directora de la organización de conservación marina sin fines de lucro Sea Shepherd, explicó que su equipo controlaría a la ballena con drones para facilitar su localización. 

"El ambiente no es muy acogedor para la beluga, el Sena está muy contaminado y los cetáceos son extremadamente sensibles al ruido. La urgencia es alimentar a la ballena para evitar que sufra el mismo destino que la orca", dijo Essemlali, en referencia a otro animal que acabó muerto hace unos meses.

Las belugas, originalmente llamadas Delphinapterus leucas, son cetáceos habituales en la región ártica y subártica del planeta. De color blanco en su vida adulta y gris al nacer, carece de aleta dorsal. Además, tiene entre un 40 y un 50% de grasa en el cuerpo.

Las hembras pueden alcanzar los 1.200 kilogramos, mientras que los machos llegan hasta los 1.600. No están en peligro de extinción, pero sí en protección para acabar con sus capturas para comercializar con su piel.

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