El agua cálida está descongelando la Antártida oriental
El último bastión se está descongelando: el hielo de
la Antártida oriental se consideraba anteriormente relativamente estable, pero
eso está cambiando rápidamente. Porque el cambio climático está desplazando la
corriente del anillo antártico hacia el sur, transportando agua cálida fuera de
la plataforma antártica oriental. Como resultado, el mar allí ya se ha
calentado hasta dos grados y está promoviendo el derretimiento de los
glaciares, como informan los investigadores en “Nature Climate Change”. El
problema: este cambio continuará durante las próximas décadas, sin importar lo
que hagamos.
La Antártida Oriental incluye algunas de las
regiones más frías y congeladas de nuestro planeta. A diferencia de la
Antártida Occidental, más cálida y expuesta, durante mucho tiempo se consideró
menos vulnerable al cambio climático. Pero mientras tanto, los grandes
glaciares de la Antártida Oriental también están comenzando a descongelarse, a
veces incluso con mucha rapidez. Los científicos también temen una reacción en
cadena en los glaciares de Wilkes Land, porque solo un pequeño “corcho” de
hielo ralentiza el flujo de hielo allí.
Los estudios en la costa de la cuenca subglacial
Aurora subrayan cuán amenazadas están las partes de la capa de hielo de la Antártida
oriental. Esta vasta depresión debajo de la Tierra de Wilkes en la Antártida
Oriental se encuentra casi en su totalidad por debajo del nivel del mar. Por lo
tanto, se considera que su capa de hielo es particularmente vulnerable al
calentamiento. Además, algunos de los glaciares más grandes y que se derriten
más rápido en la Antártida oriental desembocan en el mar a lo largo de su
costa.
“La pérdida de hielo en esta cuenca explica la mayor
parte del aumento del nivel del mar causado por la Antártida Oriental”, explica
Laura Herraiz-Borreguero, de la Universidad de Tasmania. “Si su hielo se
derrite, podría elevar el nivel del mar en 5,10 metros. Pero cuándo y qué tan
rápido podría suceder esto es una de las mayores incertidumbres en los modelos
climáticos actuales”.
Para su estudio, la investigadora y su colega
Alberto Naveira-Garabato de la Universidad de Southampton primero examinaron si
las temperaturas en el mar frente a esta región han cambiado desde 1930 y cómo
han cambiado. Para ello, evaluaron datos de medición de una profundidad de 400
metros, la zona en la que el agua de mar puede penetrar hasta la plataforma de
la Antártida Oriental. Además, analizaron el desarrollo de la corriente del
anillo antártico y los vientos que influyen en su posición.
El resultado: “Descubrimos que ha habido un
calentamiento de hasta dos grados en la pendiente de la plataforma desde la
primera mitad del siglo XX”, informan los investigadores. Esta agua cálida y
profunda reemplaza gradualmente al agua de mar más fría y densa en la
plataforma. “Esto hace que la Cuenca Aurora sea más susceptible al deshielo de
lo que se pensaba”, dijo Naveira-Garabato.
Las primeras consecuencias de esta entrada de agua
de mar caliente ya se pueden observar: “El calentamiento es más fuerte donde la
plataforma de hielo ya se está adelgazando y donde hay glaciares con una línea
de base que retrocede rápidamente, como los glaciares Denman y Vanderford”,
explica el equipo.
Pero, ¿de dónde viene el agua tibia? Análisis más
detallados de las corrientes oceánicas revelaron que la corriente del anillo
antártico es responsable de esto. Esta corriente oceánica, que bordea toda la
Antártida, se encuentra frente a la costa de la Antártida oriental,
generalmente a una latitud de 60 a 65 grados sur, y forma una barrera para las
aguas más cálidas del sur del Océano Índico. Su ubicación está influenciada,
entre otras cosas, por un límite entre las zonas de viento del este y del oeste
en estas latitudes.
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