Astronautas se entrenan en la isla de Lanzarote por su semejanza con la Luna
De
rodillas ante un profundo cráter, el astronauta Alexander Gerst recoge una
muestra de roca volcánica, que guarda celosamente en una bolsa plástica. Aunque
parezca, no está en la Luna, sino en el Parque Natural de Los Volcanes en la
isla española de Lanzarote.
Con
sus ennegrecidos campos de lava, cráteres y cavernas creadas por el magma, la
geología de Lanzarote es similar a la que podría encontrarse en la Luna o
Marte, por lo que la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA llevan años
usando la isla como campo de entrenamiento para sus astronautas.
"Este
lugar tiene formaciones de lava que son muy, muy similares a las que se
consiguen en la Luna", cuenta a la AFP Alexander Gerst, un astronauta
alemán de la ESA de 46 años, que califica a Lanzarote de "campo de
entrenamiento único".
Gerst,
quien completó dos misiones en la Estación Espacial Internacional (ISS), forma
parte de una docena de astronautas que han participado en el curso de
entrenamiento Pangaea (Pangea en inglés) durante la última década en Lanzarote,
una de las islas del archipiélago atlántico de Canarias, cerca de las costas
noroeste de África.
Bautizada
con el nombre del antiguo supercontinente, Pangaea busca brindar a astronautas
e ingenieros espaciales las habilidades geológicas necesarias para futuras
expediciones a otros planetas.
Los
participantes aprenden a identificar muestras de rocas, a recolectarlas, a
realizar en el lugar análisis de ADN sobre microorganismos y a comunicar sus
hallazgos al centro de control de la misión.
"Aquí
pueden experimentar cómo es explorar un terreno, algo que tendrán que hacer en
la Luna", afirma Francesco Sauro, director técnico del curso.
Gerst,
quien acaba de completar su entrenamiento en Lanzarote, dice que el curso
prepara a los astronautas a trabajar en lugares remotos y valiéndose de sus
propios medios.
El
astronauta alemán Alexander Gerst (drcha.) camina por un antiguo volcán en el
marco de un programa de entrenamiento en el Parque Nacional de Timanfaya, en la
isla española de Lanzarote, el 10 de noviembre de 2022
El
astronauta alemán Alexander Gerst (drcha.) camina por un antiguo volcán en el
marco de un programa de entrenamiento en el Parque Nacional de Timanfaya, en la
isla española de Lanzarote, el 10 de noviembre de 2022 Desirée Martín AFP
"Si
hay algún problema, tenemos que resolverlo nosotros mismos", señala.
Gerst
hizo el entrenamiento de Pangaea junto con Stephanie Wilson, una de las
astronautas más veteranas de la NASA. Ambos son posibles candidatos para las
próximas misiones lunares tripuladas de la agencia espacial estadounidense.
Bautizado
con el nombre de la diosa griega hermana gemela de Apolo, el programa Artemis
busca volver a llevar astronautas a la Luna a partir de 2025, aunque muchos
expertos estiman que podría retrasarse.
Solo
doce astronautas han caminado sobre la superficie lunar, enviados en las seis
misiones Apolo de la NASA, entre 1969 y 1972.
La
NASA y la ESA también utilizan regularmente la superficie de Lanzarote,
salpicada de montículos de lava solidificada, para probar los róveres, los
vehículos controlados a distancia diseñados para moverse sobre la superficie de
Marte.
La
geografía única de Lanzarote tomó su forma gracias a una erupción volcánica de
seis años que comenzó en 1730, y que lanzó lava y cenizas sobre grandes
extensiones de terreno.
Considerado
uno de los peores cataclismos volcánicos registrados, la erupción devastó más
de 200 kilómetros cuadrados de terreno, el equivalente a un cuarto de la isla
que hoy en día es el hogar de 156.000 personas.
Si
bien hay otros lugares de origen volcánico, como Hawái, aptos para el
entrenamiento de astronautas, Lanzarote tiene la ventaja de tener poca
vegetación, debido a su clima desértico.
El
astronauta alemán Alexander Gerst (drcha.) camina por un antiguo volcán en el
marco de un programa de entrenamiento en el Parque Nacional de Timanfaya, en la
isla española de Lanzarote, el 10 de noviembre de 2022
El
astronauta alemán Alexander Gerst (drcha.) camina por un antiguo volcán en el
marco de un programa de entrenamiento en el Parque Nacional de Timanfaya, en la
isla española de Lanzarote, el 10 de noviembre de 2022 Desirée Martín AFP
"Encuentras
diferentes tipos de rocas volcánicas en Lanzarote. Y están a la vista, no hay
árboles", dice la líder del proyecto Pangaea, Loredana Bessone.
"Puedes
ver a lo lejos como si estuvieras en la Luna", apunta.
Las
islas Canarias contribuyen también de otra manera a la exploración especial:
con el Gran Telescopio Canarias (GTC), ubicado en La Palma.
Uno
de los mayores telescopios del mundo, el GTC puede ver algunos de los objetos
más distantes en el Universo.
La
Palma fue seleccionada para instalar el telescopio principalmente por sus
cielos libres de nubes y su baja polución lumínica.
.-
Comentarios
Publicar un comentario