Detectan una galaxia en estado «fósil» que «podría desafiar el consenso científico»
Un estudio internacional con participación del
Conicet detectó una galaxia «inesperadamente solitaria» contenedora de un
agujero negro supermasivo que se cree que atrajo y asimiló a todas sus antiguas
compañeras, se informó.
La nueva galaxia, que se encuentra a unos 9.200
millones de años-luz de la Tierra, fue denominada 3C 297, y posee en su
interior un cuásar, es decir, un agujero negro supermasivo que arrastra gas al
centro de la galaxia y propulsa potentes chorros de materia, indicó el Conicet
a través de un comunicado.
El organismo aseguró que sus resultados «podrían
desafiar el consenso científico acerca de la velocidad de crecimiento de las
galaxias en el Universo temprano».
En el estudio, publicado recientemente en The
Astrophysical Journal y basado en datos obtenidos por el satélite Observatorio
Chandra de Rayos X de la NASA y el Observatorio Internacional Gemini, los
científicos determinaron que 3C 297 está rodeada de grandes cantidades de gas
con temperaturas de decenas de millones de grados. Esta característica conforma
enormes estructuras que usualmente poseen cientos o miles de galaxias.
Sin embargo, los datos procedentes del Observatorio
Gemini de Hawaii sorprendieron a los investigadores, ya que «ninguna de las
pequeñas galaxias que parecían estar a su alrededor son compañeras de esta
galaxia gigante, pero por proyección las vemos más cerca de lo que realmente
están», explicó Carlos Donzelli, investigador del Conicet, quien estuvo a cargo
del análisis.
Por otra parte, el chorro de su agujero negro
supermasivo creó una intensa fuente de rayos X a unos 140.000 años-luz de
distancia, lo que implica que penetró en el gas que rodea la galaxia. La
tercera característica de 3C 297 compatible con un cúmulo de galaxias mostró
que uno de los chorros de radio está doblado, lo que demuestra que la galaxia
interactuó con su entorno.
En este sentido, la hipótesis de los autores es que
las galaxias circundantes se fusionaron con esta galaxia masiva, producto de su
fuerza gravitacional, y 3C 297 ya no es un cúmulo de galaxias, sino un «grupo
fósil», lo que significa que es la etapa final de una galaxia que se arrastra y
se fusiona con otras.
Aunque este no es el primer grupo fósil detectado,
se encontraría a una distancia mucho mayor que los más lejanos encontrados
hasta ahora (los anteriores récords se encontraban a distancias de 4.900 y
7.900 millones de años-luz).
Donzelli sostuvo que existe la posibilidad de que 3C
297 efectivamente tenga compañeras cercanas, pero más débiles que lo que el
telescopio Gemini puede detectar.
Por su parte, Mischa Schirmer, uno de los coautores
del estudio, afirmó que «puede resultar difícil explicar cómo el universo fue
capaz de crear este sistema sólo 4.600 millones de años después del big bang».
«Estos resultados no rompen nuestras ideas de
cosmología, pero empiezan a empujar los límites de la rapidez con que deben
haberse formado tanto las galaxias como los cúmulos de galaxias».-
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