Extraen del cerebro de una niña el feto de su hermano gemelo
Aunque no se desarrolló por completo, el “gemelo
parásito” formó su columna vertebral, extremidades y hasta protuberancias en
forma de dedos, a partir del suministro regular de sangre por parte de su
hermana
En un caso extremadamente atípico, una niña de 1 año
de edad debió ser sometida a una cirugía cerebral para extraerle el feto de su
hermano gemelo, que había sido "absorbido" durante la gestación, en
el marco de un proceso de desarrollo llamado plegamiento de la placa neural, un
paso necesario para la formación de la estructura del cerebro y la médula
espinal. Esto explicaría cómo el feto terminó dentro del cráneo de su hermana:
habitualmente, el "gemelo parásito" aparece en la zona del abdomen.
Una investigación realizada por científicos de la
Universidad de Fudan en Shangái, China, informa la realización de una
intervención quirúrgica a través de la cual se extrajo un feto del cerebro de
una niña de 1 año de edad. La pequeña, que mostraba un retraso en el desarrollo
de las habilidades motoras, agrandamiento anómalo de la circunferencia craneal
y acumulación de líquido en el cerebro, alojaba un “gemelo parásito” en su
estructura cerebral: al ser retirado, el feto malformado presentaba
extremidades superiores e incluso proyecciones en forma de dedos.
De acuerdo al nuevo estudio, publicado en la revista
Neurology, la masa extirpada de la cabeza de la niña era un "gemelo
diamniótico monocoriónico malformado”. Según un artículo publicado en Live
Science, esto indica que en el útero ambos fetos habían compartido la misma
placenta, pero tenían sacos amnióticos separados, que son los sacos de paredes
delgadas repletos de líquido amniótico que “protegen” a los fetos mientras se
desarrollan. Esta clase de gemelos son idénticos, ya que proviene del mismo
óvulo fertilizado.
La anomalía tiene lugar cuando un feto queda
“envuelto” por el otro: el fenómeno se conoce como "fetus in fetu"
(feto en feto) o "gemelo parásito". En la mayoría de los casos, el
gemelo absorbido detiene su desarrollo, mientras que el otro continúa creciendo
normalmente. Este extraño fenómeno ocurre aproximadamente en 1 de cada 500.000
nacimientos, pero es aún más inusual que el feto malformado aparezca en el
cerebro de su hermano o hermana, como sucedió en esta ocasión en China.
Habitualmente, el “gemelo parásito” se advierte como
una masa en el abdomen del otro feto, inmerso en los tejidos que recubren la
pared abdominal. Sin embargo, en este caso habría comenzado a desarrollarse en
una etapa muy temprana, cuando el óvulo fertilizado forma un grupo de células
llamado blastocisto: se trata de un embrión de 5 ó 6 días de desarrollo, que
presenta una estructura celular compleja, formada por aproximadamente 200
células.
En este caso, como puede verse en una publicación en
Twitter del especialista Oren Gottfried de la Universidad de Duke, en Estados
Unidos, quien no participó del estudio, el feto del “gemelo parásito” mostraba
indicios claros de desarrollo. Los estudios revelaron que el feto contenía una
columna vertebral y dos huesos de la pierna, concretamente el fémur y la tibia,
junto a "brotes” en forma de extremidades superiores y dedos.
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