Descubren unos raros filamentos nunca antes vistos en el centro de la Vía Láctea
Un equipo internacional de astrofísicos ha descubierto unos filamentos ocultos en el centro de la Vía Láctea (a 25.000 años luz de la Tierra), que son muy diferentes de los únicos filamentos que se conocían hasta ahora y que fueron descubiertos en 1984.
Los primeros filamentos, hallados por Farhad
Yusef-Zadeh, de la Universidad del Noroeste (EE.UU.), eran gigantescos y
unidimensionales y colgaban verticalmente cerca de Sagitario A*, el agujero
negro supermasivo central de nuestra galaxia.
Los nuevos filamentos son horizontales, mucho más
cortos y están situados radialmente, como los radios de una rueda. Y aunque
ambas poblaciones guardan alguna similitud, son muy diferentes y se cree que
tienen orígenes distintos.
Además, los filamentos verticales barren la galaxia
y se elevan hasta 150 años-luz de altura, y los horizontales se parecen más a
los puntos y rayas del código Morse, puntuando sólo un lado de Sagitario A*.
Los detalles del estudio se publicaron el pasado viernes en The Astrophysical
Journal Letters.
«Fue una sorpresa encontrar de repente una nueva
población de estructuras que parecen apuntar en dirección al agujero negro»,
destaca Yusef-Zadeh. «Tuvimos que trabajar mucho para comprobar que no nos
equivocábamos. Y descubrimos que estos filamentos no son aleatorios, sino que
parecen estar ligados al flujo de salida de nuestro agujero negro», cuenta el
catedrático de Física y Astronomía del Weinberg College of Arts and Sciences de
la Universidad.
El hallazgo llega tras cuatro décadas de
investigación. Tras descubrir los filamentos verticales en 1984, Yusef-Zadeh y
su equipo descubrió dos gigantescas burbujas emisoras de radio cerca de
Sagitario A*. Después, en una serie de publicaciones en 2022, Yusef-Zadeh
reveló cerca de 1.000 filamentos verticales, que aparecían en parejas y
cúmulos, a menudo apilados a igual distancia o uno al lado del otro como las
cuerdas de un arpa.
Todos estos hallazgos, subraya, han sido posibles
gracias a la mejora de la tecnología radioastronómica, en particular al
telescopio MeerKAT del Observatorio Radioastronómico Sudafricano (SARAO) cuyas
observaciones «han cambiado las reglas del juego».
Yusef-Zadeh cree que los filamentos horizontales
tienen unos 6 millones de años. Aunque ambas poblaciones comprenden filamentos unidimensionales
que pueden verse con ondas de radio y parecen estar ligados a actividades en el
centro galáctico, su parecido acaba ahí.
Los filamentos verticales son perpendiculares al
plano galáctico; los horizontales son paralelos al plano pero apuntan
radialmente hacia el centro de la galaxia, donde se encuentra el agujero negro.
Además, los verticales son magnéticos y relativistas, mientras que los
horizontales parecen emitir radiación térmica.
Estos filamentos verticales abarcan partículas que
se mueven a velocidades cercanas a la de la luz, y los filamentos horizontales
parecen acelerar material térmico en una nube molecular. Hay varios centenares
de filamentos verticales y sólo unos cientos de filamentos horizontales. En
cuanto a su tamaño, los filamentos verticales miden hasta 150 años-luz de
altura y superan con creces el tamaño de los filamentos horizontales, que sólo
miden entre 5 y 10 años-luz de longitud.
Los filamentos verticales también adornan el espacio
alrededor del núcleo de la galaxia, mientras que los horizontales parecen
extenderse hacia un solo lado, apuntando hacia el agujero negro.
El trabajo de este equipo, no obstante, no ha hecho
más que empezar. Quedan muchos misterios por aclarar sobre los mecanismos y el
origen del nuevo hallazgo.
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