Un científico de EEUU bate el récord mundial tras permanecer 100 días bajo el agua
El estudio tiene como objetivo saber cómo responde el cuerpo humano a la exposición a largo plazo a la presión extrema y será fundamental para futuras exploraciones a Marte y el tratamiento de lesiones cerebrales traumáticas.
El profesor de la Universidad del Sur de Florida
(USF) Joseph Dituri emergió este viernes tras completar 100 días en un refugio
submarino en los Cayos de Florida, en el sur de EEUU, y haber batido en mayo el
récord mundial de permanencia bajo el agua.
Dituri, de 55 años y exmiembro de la Marina de EEUU,
ascendió a la superficie alrededor de las 10.30 hora local de este viernes
(14.30 GMT), según indicó su web, e, inmediatamente, se sometió a un chequeo
médico para determinar su estado de salud.
"Tengo muchas ganas de volver al trabajo, tengo
ganas de volver a pasar tiempo con mis seres queridos y mi familia (...) Ese
aislamiento... Sólo poder tener contacto por videoconferencia no es suficiente,
necesitamos el contacto físico", dijo Dituri a los medios ya desde la
superficie terrestre.
El académico, conocido también como Dr. Deep Sea
(Doctor Mar Profundo), batió el récord mundial de permanencia bajo el agua al
pasar 100 días consecutivos en el refugio submarino Jules' Undersea Lodge de
Cayo Largo (en el extremo sur de Florida).
El anterior récord mundial de vida bajo el agua era
de 73 días, 2 horas y 34 minutos y fue establecido en 2014 por dos profesores
de Tennessee, Bruce Cantrell y Jessica Fain, que también estuvieron en el mismo
módulo subacuático en Florida.
Pero batir este récord no ha sido nunca el objetivo
primero de Dituri, sino los posibles avances científicos derivados de su larga
estancia en un refugio submarino.
"La curiosidad por descubrir me ha llevado
hasta aquí. Mi objetivo desde el día 1 ha sido inspirar a las generaciones
venideras, entrevistar a científicos que estudian la vida bajo el agua y
aprender cómo funciona el cuerpo humano en entornos extremos", escribió
Dituri en Twitter el día que informó de su récord.
El equipo asociado a la misión del Dr Deep Sea
felicitó en su web al científico por sus logros alcanzados con el denominado proyecto
Neptuno 100, que combinaba "la educación de los niños, la investigación
sobre la conservación de los océanos y el estudio de los efectos fisiológicos y
psicológicos de la compresión en el cuerpo humano".
"Mi tiempo bajo el mar ha reafirmado mi amor,
cuidado y curiosidad por nuestros océanos. Ellos nos dan mucho y nosotros
debemos hacer lo mismo por ellos", escribió en las redes sociales.
En su actual experimento, que comenzó en marzo, el
profesor asociado de la USF ha estudiado cómo responde el cuerpo humano a la
exposición a largo plazo a la presión extrema. Dituri vivió desde el pasado 1
de marzo hasta este viernes a 9,15 metros de profundidad en un hábitat
submarino de 9,3 metros cuadrados, desde donde siguió impartiendo su clase de
ingeniería biomédica en línea.
El profesor mencionó, en ese contexto, que "se
necesitan 200 días para viajar a Marte" y los astronautas "tendrán
que viajar a un entorno similar" al que se encuentra ahora, "un área
confinada que limita las opciones de comida", hacer ejercicio o provoca
"la pérdida de masa muscular, ósea y problemas de visión".
Esta investigación servirá para ayudar "a
preparar mejor a nuestros astronautas para garantizar que lleguen sanos y lo
suficientemente fuertes para explorar el planeta", según palabras de
Dituri.
La investigación en curso no sólo puede ser
beneficiosa para los viajes espaciales, sino que podría resultar de ayuda para
las personas que sufren lesiones cerebrales traumáticas mediante el uso de cámaras
de presión hiperbárica.
La hipótesis del profesor de la USF es que "si
la presión hiperbárica se puede usar para aumentar el flujo sanguíneo cerebral,
entonces se puede utilizar para tratar lesiones cerebrales traumáticas y un amplio
espectro de enfermedades".
Antes, durante y después del proyecto, Dituri va a
ser sometido a una serie de pruebas psicosociales, psicológicas y médicas, que
incluyen análisis de sangre, ultrasonidos y electrocardiogramas, así como pruebas
de células madre, añadió.
"Este estudio examinará todas las formas en que
este viaje afecta a mi cuerpo, pero mi hipótesis es que habrá mejoras en mi
salud debido al aumento de la presión", añadió Dituri, quien fue buzo de
la Marina durante 28 años.
La misión de 100 días incluyó testar nuevas
herramientas tecnológicas basadas en inteligencia artificial para detectar
enfermedades en el cuerpo humano y determinar si se necesitan medicamentos, y
el estudio de formas de preservar, proteger y rehabilitar el medioambiente
marino. "Todo lo que necesitamos para sobrevivir está aquí en el
planeta", resumió Dituri.
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