Descubren un "triángulo de las Bermudas” en la India
Durante décadas el triángulo de las Bermudas ha llenado la imaginación de gran parte de la cultura occidental: allí iba a morir lo que parecía inexplicable. Y entonces nacía el mito de lo paranormal y las conspiraciones. Pero ahora hay un nuevo contendiente para este sitio. Se trata de un "agujero de gravedad" en el Océano Índico, un lugar donde la atracción gravitatoria de la Tierra es más débil, su masa es más baja de lo normal y el nivel del mar desciende más de 100 metros.
Esta anomalía ha desconcertado a los geólogos
durante mucho tiempo, pero ahora los investigadores del Instituto Indio de
Ciencias en Bangalore, India, han encontrado lo que creen que es una
explicación creíble para su formación: penachos de magma provenientes de las
profundidades del planeta, muy parecidos a los que conducen a la creación de
volcanes.
Para llegar a esta hipótesis, el equipo de expertos,
liderados por Attreye Goosh, usó superordenadores para simular cómo podría
haberse formado el área, remontándose a 140 millones de años. Los hallazgos han
sido publicados en Geophysical Research Letters y se centran en un antiguo
océano que ya no existe.
Todo comienza con una realidad que no tiene que ver
con nuestra intuición habitual: la Tierra no es una esfera perfecta, de hecho
dista mucho de serlo. "La Tierra es básicamente una patata - explica en
una entrevista Gosh -. Técnicamente no es una esfera, sino lo que llamamos un
elipsoide, porque a medida que el planeta gira, la parte central sobresale hacia
afuera". Esto hace que el planeta no sea homogéneo en cuanto a su densidad
y sus propiedades, con algunas áreas más densas que otras, lo que afecta la
superficie de la Tierra y a su gravedad. Así, el nivel de los mares está en
gran parte determinado por las diferentes densidades. El "agujero de
gravedad" en el Océano Índico, oficialmente llamado geoide bajo el Océano
Índico (IOGL por sus siglas en inglés), es el punto más bajo de ese geoide y su
anomalía gravitacional más grande, formando una depresión circular que comienza
justo en el extremo sur de la India y cubre aproximadamente casi 2 millones de
kilómetros cuadrados.
La anomalía fue descubierta por el geofísico
holandés Felix Andries Vening Meinesz en 1948, durante un estudio de gravedad
desde un barco, y su origen sigue siendo un misterio. "Se propusieron
diferentes teorías - explica Gosh en el estudio - para explicar esta anomalía.
Corteza no compensada, deflexión del límite núcleo-manto o CMB, placas del
manto inferior, afloramiento del manto debido a la deshidratación de placas
mesozoicas subducidas, presencia de anomalías calientes de baja velocidad en
las profundidades del manto medio y superior y la superposición de anomalías de
alta y baja velocidad debajo del Océano Índico".
Para encontrar una respuesta potencial, el equipo de
Ghosh utilizó modelos informáticos para retrasar el reloj 140 millones de años
y así comprender la evolución geológica de la región. “Tenemos información
sobre cómo era la Tierra en ese entonces, lo que nos da cierta confianza en los
resultados - añade Gosh -. Los continentes y los océanos estaban en lugares muy
diferentes, y la estructura de densidad también era muy diferente". En
total se realizaron 19 simulaciones recreando el desplazamiento de las placas tectónicas
y el comportamiento del magma, o roca fundida, dentro del manto. En seis de los
escenarios, se formó un geoide bajo, similar al del Océano Índico.
Y en todos estos escenarios el factor común era la
presencia de columnas de magma alrededor del geoide bajo, que junto con la
estructura del manto en las cercanías, se cree que son responsables de la
formación del "agujero de gravedad". Estas columnas o penachos se
habrían formado a partir de la desaparición de un antiguo océano cuando la masa
terrestre de la India se desplazó y finalmente chocó con Asia hace decenas de
millones de años.
“India estaba en un lugar muy diferente hace 140
millones de años, y había un océano entre la placa india y Asia. India comenzó
a moverse hacia el norte y, mientras lo hacía, el océano desapareció y la
brecha con Asia se cerró”, afirma Gosh. A medida que la placa oceánica se
hundió dentro del manto, podría haber estimulado la formación de las columnas,
acercando el material de baja densidad a la superficie de la Tierra.
Pese a la publicación del estudio, no todos los
científicos que lo analizaron coinciden con los resultados, ya que no todos los
factores posibles pueden tenerse en cuenta en las simulaciones. “Eso es porque
no sabemos con absoluta precisión cómo era la Tierra en el pasado. Cuanto más
retrocedes en el tiempo, menos confianza hay en los modelos. No podemos tener
en cuenta todos y cada uno de los escenarios posibles y también tenemos que
aceptar el hecho de que puede haber algunas discrepancias sobre cómo se movieron
las placas con el tiempo, pero creemos que la conclusión está lo
suficientemente razonada", concluye Gosh.
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