La India conquista el polo sur de la Luna
La sonda Vikram aluniza con éxito y acerca el sueño
de crear asentamientos permanentes en nuestro satélite debido a la presencia de
agua helada
Casi 112 años después de que Roald Amundsen
conquistara el polo sur de la Tierra, el hombre ha logrado poner una nave en el
polo sur de la Luna. El módulo de aterrizaje Vikram, que se traduce del indio
como "valeroso", logró alunizar con éxito en el polo helado de nuestro
satélite sobre las 14.30 hora española, poniendo a la India a la cabeza en la
carrera por cumplir el sueño de crear por primera vez asentamientos fuera de
nuestro planeta.
El polo sur lunar se había convertido en el destino
de moda de las grandes potencias espaciales. Japón lo intentó en abril pero
acabó estrellando su nave contra nuestro satélite. A Rusia le pasó lo mismo
este domingo, en un intento desesperado por intentar adelantar la misión
Chandrayaan-3 (que significa nave lunar en sánscrito), la tercera de exploración
lunar de la Agencia India de Investigación Espacial. De hecho la misión
Chandrayaan-2 fracasó en 2019 en un primer intento, también en el momento del
aterrizaje.
El polo sur lunar es una región helada que podría
convertirse en una gran fuente de abastecimiento masivo de oxígeno, combustible
y agua para futuras misiones lunares, e incluso para la construcción de una
colonia permanente.
El módulo de aterrizaje Vikram mide unos dos metros
de altura y pesa algo más de 1.700 kilos, cuenta en su interior con un vehículo
lunar, un rover, de seis ruedas y 26 kilos. Tras el éxito del alunizaje, está
previsto que el módulo sobreviva durante dos semanas y logre realizar algunos
experimentos y análisis de esta parte de nuestro satélite.
El principal problema para el éxito de estas
misiones es lo accidentado del terreno, de ahí que la Agencia India de
Investigación Espacial (ISRO) haya realizado ajustes en el módulo Vikram,
ampliando la zona de aterrizaje, dotándolo de más combustible e instalando una
patas más resistentes al impacto.
Miles de personas pudieron seguir a través de las
redes sociales todo lo que sucedía en el Centro Espacial Sathish Dhawan en
Sriharikota, desde el que se controlaba la misión. Tal y como estaba previsto,
los últimos 15 minutos, denominados "de terror", ya que de ellos
depende el éxito o el fracaso de toda la misión, se vivieron con gran tensión.
A 7,43 kilómetros de la superficie de nuestro
satélite la nave realizó un frenado brusco, pasando de 6.000 kilómetros por
hora a casi cero. Después realizó un desplazamiento horizontal de 28,52
kilómetros hasta posicionarse en el punto de aterrizaje y finalmente descendió.
Con esta misión la India ha logrado el doble reto de
convertirse en el primer país en aterrizar una sonda sobre el polo sur de la
luna, y en el cuarto país en aterrizar en su superficie tras EEUU, la URSS y
China, lo que determina literalmente su despegue en la carrera espacial, algo
que le llega al Gobierno de Narendra Modi justo antes de las elecciones del
próximo año.
La India pretende que sus empresas espaciales
privadas quintupliquen su participación en el mercado mundial de lanzamientos
en la próxima década. El día del lanzamiento de la misión, Modi anunció
"un nuevo capítulo en la odisea espacial de la India", elevando
"los sueños y ambiciones de cada indio".
La Chandrayaan-3 despegó el pasado 14 de julio. En
el inicio de la misión realizó varias órbitas a la Tierra, y desde el 5 de
agosto también a la Luna, hasta que el jueves se separó de su módulo de
propulsión e inició su aproximación al polo sur lunar.
Templos y lugares sagrados de la India recibieron
durante todo el día la visita masiva de creyentes, representantes religiosos, y
políticos de este país de 1.400 millones de habitantes, y mayoritariamente
hindú, para pedir a sus dioses el éxito de la misión. Uno de los lugares
sagrados más visitados fue el templo del estado de Madhya Pradesh, dedicado al dios
Shiva, una de las principales deidades del hinduismo.
Un ritual especial tuvo lugar el martes a orillas
del Ganges, en la ciudad de Rishikesh, donde cientos de ciudadanos pidieron el
alunizaje victorioso, mientras los religiosos agitaban banderas de la India.
En muchas escuelas, donde los niños llevan semanas
haciendo trabajos, disfraces y reproducciones en miniatura de la Vikram, se
retransmitió en directo la misión lunar.
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