Hallan triptófano en el espacio interestelar, una molécula esencial para la vida humana
El triptófano es un compuesto esencial en la
nutrición humana. De hecho, se encuentra entre los 20 aminoácidos vitales
(incluidos en el código genético) para la producción de proteínas. Para ser
conscientes de su importancia, debemos saber que es necesario para el
crecimiento normal en los bebés y para el desarrollo de los músculos, enzimas y
neurotransmisores del cuerpo.
Pero además de "esencial" para la vida es
esencial a nivel químico. Esto significa que el cuerpo no lo puede producir y
que la única manera de obtenerlo es ingiriéndolo. Algunos de los alimentos que
contienen triptófano son los huevos, la leche, los pescados y la carne, ya que
se encuentra en las proteínas de origen animal. También abunda en los cereales
integrales.
Por eso, sorprende que el triptófano, crucial para
la evolución de la vida en la Tierra, halla sido encontrado en el espacio
interestelar. Para dar con este hallazgo, ha sido fundamental la labor del
Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en España.
El estudio tuvo en cuenta datos de muchas regiones
de formación de estrellas y planetas, pero fue en una de las más cercanas y
conocidas, el complejo de nubes moleculares de Perseo, y en particular en el
sistema estelar IC 348 donde la combinación de todos los datos espectroscópicos
del satélite ha permitido alcanzar la máxima sensibilidad e identificar las
líneas que produce el triptófano en el laboratorio.
Y es que este aminoácido tiene muchas
características espectrales en el infrarrojo, explica Susana Iglesias Groth,
investigadora del IAC. Por eso, y utilizando datos del Observatorio Espacial
Spitzer, se han podido identificar más de 10 bandas de emisión para esta
molécula, las más fuertes, según sus medidas de laboratorio.
"Dada la cobertura espectral en el infrarrojo y
la gran base de datos espectroscópicos del telescopio Spitzer, este aminoácido
[el triptófano] era el candidato obvio para buscar en el espacio", explica
la astrofísica.
Además, "IC 348 es una región excepcional de
formación estelar y un extraordinario laboratorio químico; gracias a su
proximidad a la Tierra podemos llevar a cabo algunas de las búsquedas más
sensibles de moléculas en el medio interestelar", continúa Iglesias-Groth,
que recientemente ha detectado en la misma región evidencias de otras moléculas
como agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), cianuro de hidrógeno (HCN),
acetileno (C2H), benceno (C6H6), hidrocarburos aromáticos policíclicos y
fullerenos, entre otras.
"La novedad de este trabajo es que nunca antes
se había detectado triptófano en el medio interestelar, y además, a pesar de
décadas de investigación, no se ha confirmado la detección de otros aminoácidos
en ninguna otra región de formación estelar", subraya la investigadora.
El estudio presenta pruebas de que las líneas de
emisión asociadas al triptófano también pueden estar presentes en otras
regiones de formación estelar y sugiere que su presencia, y posiblemente la de
otros aminoácidos, es común en el gas a partir del cual se forman estrellas y
planetas. "Es probable que los aminoácidos, los componentes básicos de las
proteínas, puedan estar enriqueciendo el gas de los discos protoplanetarios y
las atmósferas de los exoplanetas jóvenes recién formados y quizás acelerando
la aparición de vida en ellos", afirma Iglesias-Groth.
El análisis de las bandas de emisión de esta
molécula también ha permitido estimar la temperatura a la que se encuentra en
el gas de esta nube: unos 280 Kelvin, es decir, cerca de cero grados
centígrados, una temperatura muy similar a la medida para el hidrógeno
molecular y el agua en el medio interestelar de IC 348 en estudios anteriores
publicados por Iglesias-Groth. El nuevo trabajo también presenta una estimación
de la abundancia de triptófano en la misma región: unos diez mil millones de
veces menos abundante que el hidrógeno molecular.
"Es bien sabido que los aminoácidos forman
parte de los meteoritos y pueden haber estado presentes ya en la formación del
Sistema Solar", explica Iglesias-Groth. "El descubrimiento de
triptófano y, esperemos, de otros aminoácidos en el futuro, podría indicar que
los agentes constructores de proteínas, que son clave para el desarrollo de los
organismos vivos, existen de forma natural en las regiones donde se forman las
estrellas y los sistemas planetarios, y que la vida puede ser más común en
nuestra Galaxia de lo que podríamos haber predicho", concluye.
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