Llueven sapos en un pueblo de España

Los vecinos de esta localidad de España se han quedado atónitos por el fenómeno que se produjo hace unos días en su localidad. Como si de una de las siete plagas se tratase, una lluvia de sapos ha pillado por sorpresa a los habitantes del pueblo de Wamba (Valladolid).

Wamba es el único pueblo de España que empeiza por W y parece que son expertos en coleccionar cosas únicas porque también han sido uno de los pocos pueblos en el mundo que ha presenciado una lluvia de sapos.

Por muy extraño que suene este fenómeno puede producirse si se dan las condiciones climatológicas adecuadas. El pasado jueves 20 de junio con las abundantes precipitaciones también cayeron del cielo cientos de anfibios. A los más pequeños del pueblo les ha parecido algo increíble, puede que a los mayores no tanto.

Al salir a la calle los vecinos de Wamba se encontraron las calles plagadas de pequeños sapos, de aproximadamente unos 1,5cm de tamaño: "Nunca había visto algo así en mi vida", comenta el alcalde, José Luis Álvarez.

"Es algo increíble que también se menciona en la Biblia. No los vi caer, pero de repente aparecieron. Yo los vi el sábado por la tarde. De hecho, hoy (refiriéndose a este jueves, una semana después) todavía hay unos cuantos en mi jardín", relata el regidor.

No es la primera vez que ocurre en España pero es muy inusual, se registra otro caso en 2007 cuando cientos de ranas pequeñas sorprendieron a los habitantes de Rebolledo, una localidad en las afueras de Alicante, al caer del cielo.

Las lluvias de ranas o 'lluvias forteanas', llamadas así en honor al investigador Charles Fort, a pesar de lo extrañas que puedan parecer, tienen una explicación científica.

Para que se produzca una lluvia de ranas previamente debe haber una tromba marina, sucede cuando un tornado o una tromba de agua succiona agua del mar, río o lago, y de este modo, cualquier habitante marino puede ser succionado también.

Estos acontecimientos se relacionan con tiempos antiguos y profecías biblícas, por ejemplo, el Antiguo Testamento cuenta que una plaga de ranas cayó del cielo.

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