Descubren los rayos gamma de mayor energía jamás emitidos por un púlsar
Científicos del Sistema Estereoscópico de Alta
Energía en Namibia (H.E.S.S) han descubierto los rayos gamma de mayor energía
jamás emitidos por un púlsar (un trozo de una estrella muerta con un alto campo
magnético), capaces de alcanzar los 20 teraelectronvoltios de fotones: unas
diez mil millones de veces la energía de la luz visible.
El hallazgo, publicado hoy en la revista Nature
Astronomy, ha detectado esta energía extaordinaria en el púlsar Vela, situado
en la constelación del mismo nombre, por simular la vela de un barco.
Los púlsares son restos de una estrella que explota
de forma espectacular con una supernova.
Estas explosiones dejan tras de sí restos diminutos
de la estrella muerta, de unos 20 kilómetros de diámetro, que giran a gran
velocidad y están dotados de un enorme campo magnético.
"Estas estrellas muertas están compuestas casi
en su totalidad por neutrones y son increíblemente densas: una cucharadita de
su material tiene una masa de más de cinco mil millones de toneladas, o unas
900 veces la masa de la Gran Pirámide egipcia de Giza", explica en un
comunicado una de las autoras, la investigadora española del H.E.S.S. Emma de
Oña Wilhelmi.
Los púlsares emiten haces giratorios de radiación
electromagnética, que, si llegan a barrer el sistema solar, dejan ver destellos
de radiación a intervalos regulares de tiempo.
Estos destellos, también llamados pulsos de
radiación, pueden encontrarse en distintas bandas de energía del espectro
electromagnético.
Los científicos creen que la fuente de esta
radiación son electrones rápidos producidos y acelerados en la magnetosfera del
púlsar mientras viajan hacia su periferia.
La magnetosfera está formada por plasma y campos
electromagnéticos que rodean a la estrella y giran con ella: "en su viaje
hacia el exterior, los electrones adquieren energía y la liberan en forma de
los haces de radiación observados", explica Bronek Rudak, del Centro
Astronómico Nicolaus Copernicus (CAMK PAN) de Polonia, también coautor del estudio.
Vela es el púlsar más brillante en la banda de radio
del espectro electromagnético y la fuente persistente más brillante de rayos
gamma cósmicos en el rango de los gigaelectronvoltios (GeV).
Gira unas once veces por segundo, si bien su
radiación termina abruptamente por encima de unos pocos GeV, lo que induce a
pensar a los científicos que esto se debe a que los electrones alcanzan el
final de la magnetosfera del púlsar y escapan de ella.
Los científicos también han descubierto un nuevo
componente de radiación a energías aún mayores, con energías de hasta decenas
de teraelectronvoltios (TeV): "Esto es unas 200 veces más energético que
toda la radiación detectada hasta ahora procedente de este objeto", afirma
Christo Venter, coautor del estudio y profesor de la Universidad del Noroeste
de Sudáfrica.
"Este descubrimiento abre la posibilidad de
detectar otros púlsares en el rango de decenas de teraelectronvoltios,
allanando así el camino para una mejor comprensión de los procesos de
aceleración extrema en objetos astrofísicos altamente magnetizados",
concluye el director de la investigación Arache Djannati-Atai, del laboratorio
Astroparticle & Cosmology (APC), en Francia.EFE
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