Hallan indicios de que la vida pudo empezar en los primeros tiempos del Universo
La aparición de 1.672 galaxias como la Vía Láctea en
el universo primitivo ha desafiado lo que hasta ahora se creía entre la
comunidad científica sobre las grandes formaciones de estrellas. Esto también
abre la puerta a la teoría de que la creación de la vida en el universo tuviera
lugar antes de lo que se creía. Este hallazgo se ha producido gracias a las
últimas observaciones del telescopio espacial James Webb.
Un equipo de investigadores, entre los que hay
científicos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y la Universidad de
Victoria (Canadá), han descubierto 1.672 galaxias con la misma forma de disco
que la Vía Láctea y que se formaron en la infancia del universo actual, tal y
como recoge El Confidencial.
El hallazgo de las que por ahora son las galaxias
más antiguas jamás observadas ha puesto en duda lo que se creía entre la
comunidad científica sobre la creación del cosmos, pero también abre la
posibilidad a que la vida hubiera surgido en el universo antes de lo que se
pensaba. Hasta el momento se creía que las galaxias comenzaron a formarse unos
1.000 o 2.000 millones de años después del Big Bang (hace más de 13.000
millones de años).
“Durante más de 30 años se pensó que estas galaxias
de disco eran raras en el universo temprano debido a los violentos encuentros
comunes que sufren las galaxias. El hecho de que el James Webb encuentre tantas
es otra señal de la potencia de este instrumento y de que las estructuras de
las galaxias se forman antes en el universo, mucho antes de hecho, de lo que
nadie había previsto”, reconoce Leonardo Ferreira, autor principal del estudio,
publicado en ‘The Astrophysical Journal’.
Las observaciones que se habían empleado hasta
ahora, captadas por el telescopio Hubble, no permitían ver galaxias similares a
la nuestra más allá de los primeros 6.000 millones de años. Sin embargo, las
imágenes captadas por el James Webb muestran que esas formaciones de estrellas
existían entre 9.000 y 13.000 millones de años atrás. Así pues, se descubrió
que de las 3.956 galaxias detectadas, 1.672 eran de disco, lo que supone que
son 10 veces más comunes de lo que se pensaba.
“Esto implica que la mayoría de las estrellas existen
y se forman dentro de estas galaxias, lo que está cambiando nuestra comprensión
completa de cómo se produce su formación. Basándonos en nuestros resultados,
los astrónomos deben replantearse nuestra comprensión de la formación de las
primeras galaxias y de cómo se produjo la evolución de las galaxias en los
últimos 10.000 millones de años”, añade Christopher Conselice, otro de los
autores del estudio.
Finalmente, este descubrimiento también podría
indicar que la formación de la vida en el universo pudo producirse antes de lo
que se pensaba hasta el momento. Esto se debe a que las galaxias en forma de
disco son las que más posibilidades tienen para desarrollarla.
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