Prueban que estamos contaminando las nubes

Desde hace tiempo se ha estudiado la presencia de los microplásticos en los océanos y su impacto pero, ¿qué hay de la atmósfera? La verdad es que esto que les vamos a contar sí que va a resonar cuando echen un vistazo al cielo, pues un grupo de investigación japonés confirmó la presencia de este material en las nubes.

Apenas en agosto de este 2023, un equipo liderado por el profesor Hiroshi Okochi, de la Universidad de Waseda, Japón, confirmó la presencia de microplásticos en las nube

Ahora sí que como dice Wendy Guevara, resulta y resalta que este equipo de especialistas escaló el Monte Fuji y el Monte Omaya para tomar agua de la niebla presente en las cimas —a una altura de entre 1.300 y 3.776 metros.

Luego, el equipo analizó las muestras de agua para determinar sus propiedades químicas y físicas y, ¿qué creen que encontró?

La presencia de microplásticos en el agua, identificando nueve tipos de polímeros y uno de caucho, de tamaños entre 7,1 y 94,6 micrómetros.

Si bien ya se había puesto sobre la mesa la presencia de los microplásticos en la atmósfera, este estudio —titulado ‘Microplásticos hidrófilos transportados por el aire en el agua de las nubes a grandes altitudes y su papel en la formación de nubes’— llegó a confirmarlo.

Eso no es todo, el equipo liderado por el profesor Hiroshi Okochi determinó que cada litro de agua —de la que tomaron de los montes— contenía entre 6.7 y 13.9 partículas de plástico.

Se trata del primer estudio que confirma la presencia de microplásticos en las nubes. Y, además, analiza su formación en las nubes y su impacto (negativo) en el clima… en contexto del cambio climático.

Hablamos de estudios pioneros que comienzan a desmenuzar el impacto de los microplásticos en la atmósfera —presencia que, a su vez, provoca la liberación de gases de efecto invernadero y le echa más leña al calentamiento global.

Los microplásticos son partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros. Son pequeños trozos que se forman por la degradación de residuos plásticos más grandes.

Y, claro, son una amenaza a los ecosistemas —como en los océanos, donde se han encontrado peces que en su interior contienen microplásticos y esto puede provocar efectos hasta genéticos.

En el caso de la atmósfera y las nubes, se dice que su presencia —en especial en los polos— puede provocar cambios importantes en el equilibrio ecológico de la Tierra.

Su impacto se está estudiando. Los efectos están bajo la lupa, pero acá tenemos que los residuos generados por las actividades industriales de los seres humanos ya están hasta en las nubes.

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