“La naturaleza no es una prioridad para la humanidad”

Gabriel Bernardello (70) es vicepresidente de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba (ANC), y profesor emérito de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el lugar desde donde se difunde el conocimiento científico y al que conoce muy bien. Por eso quiere contagiar la necesidad de que muchas más personas tomen conciencia sobre la imperiosa necesidad de defender la naturaleza. No solo para estas generaciones sino, y sobre todo, para las futuras.

Mediante su charla “El compromiso ético del hombre con la naturaleza”, que brindó en el marco de la “Manzana Jesuítica en Flor”, espacio donde se concentra una gran porción de la historia cordobesa y donde funciona la ANC desde hace 155 años, el multipremiado científico nacido en Cosquín remarcó que el problema que tenemos con la naturaleza tiene tres patas: la económica, la social, y la ecológica.

 “Si no coordinamos esos tres aspectos es muy difícil conservar la naturaleza. Y el hombre, cuyo nombre científico es Homo sapiens, que quiere decir hombre sabio, pero hasta cierto punto”, dijo.

Y agregó que la evolución nos dotó de raciocinio, de inteligencia, de amor, entre otras cualidades que desarrollamos como especie y es el ser humano quien tiene que proteger y cuidar a todos los otros seres que no tienen ese don.

Además, Bernardello, también especialista en Botánica, manifestó que para conservar la naturaleza, la población tiene que tener un bienestar. “Es decir, si no hay soluciones económicas, de salud, entre otras, es difícil. Porque cada persona va a estar preocupada por su bienestar, y no va a estar preocupada por el bienestar de la naturaleza”, destacó.

PUNTO DE INFLEXIÓN

Bernardello explicó que como humanidad estamos en un punto de quiebre. “Hay que cambiar el sistema capitalista, que es el que nos lleva a destruir. El economista español Francisco Álvarez dice: Vivimos en un planeta finito, con recursos finitos. Crecer de manera eterna, infinitamente, no es posible. Quien dice que podemos crecer infinitamente en un planeta finito, con recursos finitos, es un loco o es un economista. Y él es un loco”, afirmó.

Entonces, cada uno tiene que tener una actitud en este sentido—destacó— ¿Cuál sería? Consumir menos, cuidar el agua, reciclar, polucionar menos, “pero si no hay políticas de Estado, y no solamente de cada uno de los países sino a nivel global es muy difícil hacer algo”.

Además, advirtió que otro factor es la superpoblación: “Somos 8 mil millones de personas, y en el 2050, ¿cuántas más vamos a ser? A más gente hay más polución y más necesidad de recursos. No podemos seguir así como si no pasara nada”.

 “Vivimos en un planeta finito, con recursos finitos. Crecer de manera eterna, infinitamente, no es posible", dijo el científico cordobés. (Ramiro Pereyra /La Voz)

Y desde este punto de vista, “uno siente un poco de desesperanza”, porque a nivel mundial no hay políticas de ningún tipo. “El poder económico y el poder político son los que están dominando”, planteó.

A la vez, expresó que hay que despertar conciencia en las personas. Y apuntó que en el 2000 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un informe sobre el milenio donde dice qué es lo que hay que hacer en materia económica, política, social, y ambiental, “pero ¿quién hizo caso? Nadie”.

Por eso, remarcó que cada uno tiene que hacer y contribuir al mundo y contagiar a otros. En ese punto son importantes las cumbres del clima y las conferencias. Y también es importante la educación.

“Yo pasé toda mi vida siendo profesor en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con generaciones y generaciones de estudiantes que me escucharon hablar de esta problemática y algunas semillas llegaron a florecer”, destacó.

También subrayó que otro punto es alertar y motivar a los políticos.

EL PAPEL DE LOS CIENTÍFICOS

La ANC se fundó en 1869 durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, quien contrató a profesores de otros países, la mayoría de Alemania, quienes formaron profesores en ciencias naturales y exactas para realizar la investigación científica a nivel nacional.

Y en el mismo espacio donde funciona el ANC, está el museo Botánico, que se fundó en el año 1870, del que Bernardello fue director, y conserva medio millón de ejemplares.. “Eso quiere decir que hace 154 años que hay botánicos que están estudiando la vegetación de la provincia”, subrayó.

Sin embargo, no hay un libro con todo el conocimiento sobre las plantas nativas de la provincia de Córdoba—dijo—. Por eso, para el 2024, planea, con la editorial de la UNC, publicar el primer libro sobre la flora de la provincia de Córdoba.

“Es importante porque, para preservar, hay que conocer. Entonces, si no tenemos el conocimiento disponible, no solamente para los científicos, sino para la sociedad, para los estudiantes, para las escuelas de todos los niveles, es imposible. Es el conocimiento de nuestra biodiversidad y tiene que estar disponible para el pueblo”, enfatizó.

De la obra participarán, además de Bernardello, miembros del museo Botánico, además de investigadores de todo el país y del extranjero. Hay especialistas en cada uno de los grupos de plantas, en Córdoba hay 2.350 plantas nativas.

EL FACTOR QUE MÁS AFECTA

Ante la pregunta, sobre cuál es el factor que más afecta a la naturaleza, el científico cordobés fue contundente: “El ser humano. No hay nada más dañino que el ser humano. Porque destruimos individualmente, socialmente y mundialmente”.

A la vez, añadió que si hubiera menos seres humanos, la naturaleza sobreviviría mucho mejor y por eso se exige un cambio de mentalidad. “No una mentalidad antropocéntrica en la cual lo que importa es el hombre. Lo que importa es la naturaleza en la cual nosotros estamos. Tenemos muchos derechos, y ¿los derechos de la naturaleza para cuándo?”, se preguntó.

A la vez, señaló que la naturaleza no es una prioridad para la humanidad.

Por último, alentó a las personas a cambiar la forma de pensar, modificar las pequeñas acciones y contagiar a otros.

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