La colisión de basura espacial puede escucharse de la Tierra
La colisión de basura espacial produce un ‘ruido’
que podría escucharse desde la TierraLa colisión de basura espacial produce un
‘ruido’ que podría escucharse desde la Tierra
Los choques orbitales provocan que pequeños trozos
de basura espacial emitan señales que podrían detectarse desde la Tierra, según
ha descubierto un nuevo estudio.
basura espacial es un problema creciente. En
noviembre de 2023, las redes de vigilancia espacial del mundo estaban
rastreando alrededor de 35.610 piezas de desechos espaciales de más de 4
pulgadas (10 centímetros), según la Agencia Espacial Europea (ESO). Eso son
satélites viejos, etapas de cohetes usadas y fragmentos generados en colisiones
orbitales y explosiones.
Sin embargo, estos objetos rastreados son sólo la
punta del iceberg. Se cree que alrededor de un millón de fragmentos de entre
0,4 pulgadas y 4 pulgadas (1 a 10 centímetros) de tamaño rondan por ahí. Tierra
a velocidades enormes. Según la ESA, el número estimado de fragmentos en órbita
de menos de 0,4 pulgadas es de 130 millones. Estos bits son en su mayoría
invisibles para los métodos actuales de seguimiento de desechos, como los
radares terrestres y los telescopios ópticos. Sin embargo, tienen suficiente
potencia para destruir o dañar seriamente los equipos operativos. satélites si
los golpean.
Un nuevo método ideado por investigadores de la
Universidad de Michigan podría ayudar a resolver el problema.
Utilizando simulaciones por computadora, los
investigadores descubrieron que, cuando dos objetos chocan a velocidades
orbitales (velocidades enormes que pueden acercarse a 30.000 kph), producen
ráfagas eléctricas que pueden ser detectadas por radiotelescopios terrestres.
El espacio es enorme, por lo que incluso con todo el
desorden que hay ahí arriba, las cosas no chocan con tanta frecuencia. Pero
cuando hay un choque, los pequeños fragmentos resultantes están cargados
eléctricamente. Cada vez que dos de estos fragmentos cargados se acercan,
desprenden chispas detectables. Los investigadores comparan este efecto con la
electricidad estática generada al frotar ciertos tipos de materiales entre sí,
como un globo contra el cabello.
Los investigadores admiten que estas señales son de
corta duración y bastante débiles. Aun así, creen que con un poco de trabajo
adicional, el método podría ayudar a rastrear los diminutos trozos de desechos
espaciales, hasta ahora invisibles pero peligrosos, que giran alrededor de nuestro
planeta.
“En este momento, detectamos desechos espaciales
buscando objetos que reflejan luz o señales de radar”, dijo Nilton Renno,
profesor de clima, ciencias espaciales e ingeniería aeroespacial en la
Universidad de Michigan e investigador principal detrás de la nueva
investigación. en una oracion. “Cuanto más pequeños se vuelven los objetos, más
difícil resulta conseguir que la luz solar o las señales de radar sean lo
suficientemente fuertes como para detectarlos desde el suelo”.
El trabajo de modelado del equipo sugiere que la
naturaleza de la señal emitida por los restos cargados depende del material del
que está hecho el objeto y de la velocidad a la que se produce la colisión. La
detección de señales más débiles puede verse oscurecida por el ruido eléctrico
generado por las antenas de detección. Además de eso, es posible que las
señales demasiado débiles no puedan pasar atmósfera terrestre. Pero los
investigadores creen que el método podría eventualmente detectar fragmentos de
escombros tan pequeños como 1 mm (0,04 pulgadas).
El equipo planea realizar más simulaciones por
computadora y comparar sus resultados con señales reales medidas por el
telescopio de la NASA. Red del espacio profundouna red mundial de antenas que
ayuda a la agencia espacial estadounidense a comunicarse con sus sondas
espaciales lejanas.
Esperan que la naturaleza de las señales pueda
revelar mucho más sobre los fragmentos de escombros que solo su posición. Los
investigadores creen que podrían deducir la forma y el estado de un fragmento a
partir de las mediciones.
“Queremos saber si un objeto es duro o blando,
porque eso afectará su órbita y su daño”, dijo Akhavan-Tafti.
El aumento de desechos orbitales es una gran
preocupación para la comunidad espacial. La cantidad de desechos orbitales está
aumentando, pero también el número de satélites operativos. Por lo tanto, las
probabilidades de que se produzcan colisiones devastadoras son cada vez
mayores. Los investigadores temen que algunos choques orbitales desafortunados
puedan conducir a una situación fuera de control llamada Síndrome de Kessler.
Predicho a finales de los años 1970 por el físico de la NASA Donald Kessler, el
síndrome es una cascada imparable de colisiones en la que cada nuevo choque
produce fragmentos que amenazan a otras naves espaciales. El síndrome sólo cesa
cuando ya no quedan objetos grandes que destruir.
El estudio fue presentado en la Segunda Conferencia
Internacional sobre Desechos Orbitales en Sugar Land, Texas, el martes (5 de
diciembre).
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