Proyecto Mohole: el día que EE.UU. quiso llegar al centro de la Tierra a través de un agujero
El objetivo del proyecto era simplemente hacer un agujero en el fondo del mar. Pero no un agujero cualquiera, sino el más profundo que jamás hubiese hecho la humanidad. Se llamó proyecto Mohole y comenzó en 1957; en 1966 el Congreso de los Estados Unidos decidió que ya estaba bien de gastar dinero y fue cancelado. Su objetivo: alcanzar la discontinuidad de Mohorovičić, la interfaz entre la corteza terrestre y el manto.
Esta discontinuidad fue descubierta por el sismólogo
croata Andrija Mohorovičić en 1909, quien se dio cuenta de que las ondas
sísmicas que volvían de las profundidades indicaban que debía existir una zona
a varios kilómetros de profundidad en la que se producía un cambio brusco en la
velocidad de estas ondas sísmicas. Esta zona define la base de la corteza
terrestre y marca un cambio de composición: la superficie de separación entre
los materiales rocosos menos densos de la corteza, formada fundamentalmente por
silicatos de aluminio, calcio, sodio y potasio, y los materiales rocosos más
densos del manto, constituido por silicatos de hierro y magnesio. La
profundidad de Moho (que es como se llama menos formalmente la discontinuidad)
varía entre los 25-40 km en los continentes y los 5-10 km bajo el suelo
oceánico, y su espesor máximo es de unaos 500 m.
Antes de seguir conviene señalar que, tras la
aceptación universal de la tectónica de placas, los geólogos llegaron a la
conclusión que más importantes que los cambios en la composición son los
cambios en la manera de deformarse a la hora de entender la estructura de la
Tierra. Por eso actualmente dividen la parte más externa del planeta en
litosfera (rígida), que incluye la corteza y la parte superior del manto, que
cubre la mucho más deformable astenosfera.
El proyecto Mohole (de Moho y “hole”, agujero en
inglés) fue una ocurrencia de un grupo, informal, de científicos asociados a la
marina de los Estados Unidos y que se creó en los años cincuenta. El grupo lo
lideraba Gordon Lill de la Oficina de Investigación Naval y se dedicaba a
recopilar ideas y proyectos de investigación de los científicos de la armada
que no encajaban en ninguna parte, de ahí el nombre del grupo: Sociedad
Miscelánea Americana (AMSOC, por sus siglas en inglés). Para ser aceptado en el
grupo solo era necesario que dos o más miembros estuviesen juntos.
Antes del Mohole, todas las perforaciones que se
hacían en la corteza terrestre tenían como objetivo encontrar petróleo o gas y
se habían limitado a tierra firme y a aguas poco profundas. Perforar con fines
científicos era mucho menos común. Este tipo de perforaciones habían comenzado
con la idea de determinar la estructura, composición e historia de las islas
coralinas. En 1877 la Royal Society de Londres financió una perforación que
llegó a los 350 m en Funafuti, el atolón en el que está la capital de Tuvalu,
en el Pacífico Sur. En 1947, antes de los ensayos nucleares en Bikini, una
perforación llegó en este atolón a los 780 m. Finalmente, en 1952 una
prospección en Enewetak consiguió llegar a la corteza basáltica debajo de la
roca coralina a una profundidad de 1200 m, aún muy lejos de Moho. A lo largo de
los años cincuenta algunos países, notablemente Canadá y la Unión Soviética,
anunciaron públicamente proyectos de perforaciones en la corteza terrestre; no
se conoce que se llevaran a cabo.
El proyecto Mohole presentado por la AMSOC consiguió
financiación pública para la idea de hacer la perforación en el fondo oceánico,
todo un reto tecnológico para la época. El proyecto era perforar a una
profundidad de agua de miles de metros, algo nunca hecho hasta entonces.
Si bien el proyecto consiguió dos perforaciones
notables, primero a una profundidad marina de 950 m y después otra a 3560 m, no
llegó ni a aproximarse a Moho. El proyecto Mohole, probablemente uno de los
grandes proyectos públicos de gran ciencia (el primero fue secreto y fue el
proyecto Manhattan, que creó la bomba atómica) terminó cuando se quedó sin
dinero en 1966 siendo considerado un fracaso. Dos años antes AMSOC se había
disuelto.
Con todo, el proyecto demostró que la perforación en
el suelo oceánico usando barcos era posible (el CUSS I empleado en el proyecto,
fue uno de los primeros barcos del mundo capaz de perforar en profundidades de
agua de hasta 3.600 m, mientras mantenía la posición en un radio de 180 m) y
dio pie, además, al Proyecto de Perforación en Mares Profundos de 1968, que se
dedicó a investigar las capas de sedimentos del fondo oceánico.
El principal logro del proyecto Mohole fue convertir
la investigación del suelo marino en una empresa multinacional, ya sean
prospecciones científicas o llevadas a cabo por compañías transnacionales. En
los 50 años transcurridos desde la finalización del proyecto Mohole, sin
embargo, ningún proyecto ha llegado a Moho perforando el fondo del mar. Lo
soviéticos fueron los que estuvieron más cerca, con una perforación de 12,262 m
en tierra firme, en la península de Kola, en 1989.
Según cuentan las crónicas, el proyecto Mohole
fracasó por falta de financiación suficiente y porque estuvo mal gestionado. De
hecho, puede que la informalidad de AMSOC fuese en parte responsable de iniciar
un proyecto que era tecnológicamente interesante pero cuyo objetivo científico
era dudoso.
¿Por qué era dudoso? A finales del siglo XIX varios
científicos europeos se habían dado cuenta de que la corteza oceánica afloraba
en los Alpes en forma de capas de chert (sedimentos del suelo marino hechos
roca, litificados) superpuestas a capas basálticas (que corresponderían con la
corteza oceánica), superpuestas a su vez a capas ultramáficas (rocas de alta
densidad ricas en hierro y magnesio); esta estructura se conoce como trinidad
de Steinmann, en honor de Gustav Steinmann. En general, estas asociaciones de
rocas se llaman ofiolitas y la transición de la capa basáltica a la ultramáfica
no sería otra cosa que la discontinuidad de Mohorovičić, ahí, a simple vista.
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