Aseguran que en un enigmático pueblo de Nuevo México se esconde una base extraterrestre
En las enigmáticas tierras de Nuevo México,
específicamente en el condado de Río Arriba, se sitúa Dulce, una pequeña ciudad
que, con sus 2 mil 788 residentes, podría parecer a primera vista un lugar
común y corriente en el suroeste de Estados Unidos. Sin embargo, bajo esta
apariencia de normalidad se esconde una de las teorías conspirativas más
fascinantes y controvertidas: la existencia de una base subterránea donde seres
de otros mundos y humanos hacen experimentos.
Esta teoría conspirativa se remonta a 1979, cuando
Paul Bennewitz, un empresario e investigador del fenómeno OVNI, sacó a la luz
información que cambiaría para siempre la percepción de Dulce. Bennewitz, quien
era parte de la Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos, afirmó haber
interceptado comunicaciones de alto secreto que revelaban la existencia de una
instalación subterránea en la zona. Según él, este lugar no solo servía como un
punto de encuentro entre humanos y extraterrestres sino también como un
laboratorio.
A pesar de la ausencia de pruebas concretas sobre el
origen de sus afirmaciones, Bennewitz estaba convencido de la realidad de sus
descubrimientos. En 1981, llegó incluso a escribir una carta a un senador
estadounidense detallando sus hallazgos. En ella, describía una colaboración
clandestina entre el ejército de los Estados Unidos y alienígenas, para intercambiar
dispositivos por permisos para llevar a cabo actividades en suelo americano,
específicamente en la Reserva Jicarilla Apache, cerca de Dulce.
Bennewitz argumentaba que esta cooperación había
resultado en el establecimiento de una base extraterrestre, dotada de una
tecnología que superaba por décadas a la humana. A pesar de sus esfuerzos por
alertar a las autoridades y al público, sus revelaciones fueron mayormente
ignoradas o desacreditadas, lo cual lo llevó a un aislamiento que,
lamentablemente, culminó en un deterioro de su salud mental.
El documento "Proyecto Beta", publicado
por Bennewitz en 1988, pretendía ser una guía para exponer y atacar la supuesta
base, pero su accesibilidad es extremadamente limitada, según recogió el medio
Daily Star. A pesar de su muerte en 2003, la historia que Bennewitz tiene
muchos seguidores y personas que creen que él dijo la verdad.
Aunque aún no se ha encontrado evidencia concreta de
seres de otros planetas, la vastedad del universo, con sus millones de galaxias
que albergan billones de estrellas y planetas, sugiere que la posibilidad de
vida más allá de la Tierra no puede descartarse. La búsqueda de señales de
vida, a través de misiones espaciales y la observación astronómica, continúa,
por lo que se mantiene viva la esperanza y la curiosidad sobre nuestros
potenciales vecinos cósmicos. La ciencia avanza y con cada nuevo
descubrimiento, nos acercamos un poco más a resolver el misterio de si estamos
solos en el universo.
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