La Gran Mancha Roja de Júpiter está empezando a desaparecer
Los aficionados a la astronomía conocen de sobra la
mayor parte de las curiosidades de nuestro sistema solar. Y si tenemos que
seleccionar una de ellas, seguramente la Gran Mancha Roja de Júpiter sería una
de nuestras favoritas. Estamos hablando de un anticiclón, también podríamos
utilizar el término tormenta, con un diámetro superior al de nuestro propio
planeta y que cuenta, en su capa exterior, con vientos que casi alcanzan los
700 km/h. Tras siglos de existencia, podríamos haber descubierto que esta tormenta
empieza a menguar y podría llegar a desaparecer.
Un reciente artículo publicado en la revista
científica Geophysical Research Letters expone el análisis que han llevado a
cabo investigadores de la Universidad del País Vasco, la Universidad
Politécnica de Cataluña y el Centro Nacional de Supercomputación. Utilizando
datos que se remontan al siglo XVII, los investigadores han analizado la
evolución de este anticiclón, su estructura y sus movimientos.
De hecho, antes de continuar, conviene aclarar que
no sólo se ha analizado la propia Gran Mancha Roja, sino que también se ha
estudiado la conocida como Mancha Permanente, que muchos asumían que se trataba
del origen de la actual tormenta y que fue descubierta en 1665, siendo
observada hasta el año 1713. Agustín Sánchez-Lavega, profesor de la Universidad
del País Vasco, ha asegurado en un artículo publicado en la página web de la
UPV/EHU que:
De las medidas de tamaños y movimientos deducimos
que es altamente improbable que la actual GRS (Gran Mancha Roja) fuese la PS
(Mancha Permanente) observada por G. D. Cassini. Probablemente la PS
desapareció en algún momento entre mediados de los siglos XVIII y XIX, en cuyo
caso podemos decir que la Mancha Roja tiene al menos, por ahora, una longevidad
de más de 190 años.
En 1879, se sabía que esta tormenta tenía un tamaño
de 39.000 kilómetros y que, con el paso del tiempo, ésta se ha ido contrayendo
y variando su forma, hasta la actual mancha redondeada que todos conocemos. A
día de hoy, podemos afirmar que la Gran Mancha Roja de Júpiter tiene una
extensión de uno 14.000 kilómetros. Y para ir un paso más allá, los
investigadores de la UPV/EHU y la UPC han realizado simulaciones en los
superordenadores que posee la Red Española de Supercomputación.
De esta manera, se han podido establecer diferentes
teorías que expliquen este gigantesco anticiclón. La erupción de una monstruosa
supertormenta o la fusión de varios vórtices podrían explicar la GRS. Sin
embargo, la teoría que más fuerza tiene es la que parte de una conocida
inestabilidad de los vientos puede crear una célula alargada que los atrapa en
su interior y que ha podido dar a luz a esta Gran Mancha Roja.
Más adelante, el siguiente paso será conocer qué
mecanismos provocan que la tormenta se mantenga activa en el tiempo y si
acabará por desaparecer al llegar a un tamaño límite. Esto último es lo que
pudo haber pasado con la Mancha Permanente, descubierta por G. D. Cassini. Sin
embargo, puede ser que la GRS de Júpiter no desaparezca, sino que se estabilice
en un tamaño menor durante muchos más años.
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