Adaptarse para sobrevivir: las bacterias más peligrosas del mundo que desafían a la medicina moderna

Las bacterias están en todas partes, desde nuestros intestinos hasta los hospitales. Aunque muchas son inofensivas o beneficiosas, otras representan una amenaza creciente debido a su resistencia a los antibióticos, un problema que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) provocó 1,27 millones de muertes directas en 2019. Aquí, un vistazo a las ocho bacterias más peligrosas que debemos conocer.

Las ocho bacterias más resistentes y letales

Klebsiella pneumoniae: Responsable de neumonías y meningitis, esta bacteria se propaga rápidamente en hospitales y es resistente a los carbapenémicos, los antibióticos de último recurso.

Escherichia coli (E. coli): Aunque muchas cepas son inofensivas, algunas causan infecciones graves y se encuentran incluso en el agua potable, como se debatió en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Acinetobacter baumannii: Un oportunista hospitalario que afecta principalmente a pacientes inmunodeprimidos.

Mycobacterium tuberculosis: Provoca la tuberculosis y ha desarrollado cepas multirresistentes, causando 1,25 millones de muertes en 2023.

Salmonella Typhi: Causa fiebre tifoidea y afecta principalmente a zonas con malas condiciones sanitarias.

Shigella: Bacteria responsable de diarreas severas y resistente a los antibióticos de amplio espectro.

Enterococcus faecium: Vive en la flora intestinal, pero puede causar infecciones graves en personas con enfermedades crónicas.

Pseudomonas aeruginosa: Una amenaza hospitalaria que afecta a personas con sistemas inmunitarios debilitados tras operaciones.

El impacto de la resistencia

La resistencia bacteriana no solo pone en riesgo la efectividad de los tratamientos actuales, sino que también podría convertir enfermedades tratables en potencialmente mortales. Estas bacterias, consideradas "supergérmenes," desafían los avances médicos y resaltan la necesidad urgente de desarrollar nuevos enfoques para combatirlas.

Una lucha en curso

El problema de la resistencia bacteriana requiere una acción global coordinada. Desde el desarrollo de nuevos fármacos hasta la concienciación sobre el uso responsable de antibióticos, la batalla contra estas bacterias no ha hecho más que comenzar.

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