500 gitanos de España hablan un idioma único en el mundo
Esta lengua híbrida entre romaní y euskera se enfrenta al olvido y la falta de apoyo institucional
El erromintxela, una de las lenguas más desconocidas
de España, está en serio peligro de extinción.
Se trata de un idioma único que ha sobrevivido durante más
de 600 años como reflejo de la convivencia entre la comunidad
gitana y los vascos. Sin embargo, el número de hablantes ha disminuido
drásticamente y la falta de reconocimiento oficial amenaza su futuro.
Un idioma nacido del mestizaje cultural
A diferencia
de las lenguas cooficiales reconocidas en España, como el euskera, el gallego o el catalán, el erromintxela nunca ha contado con apoyo
institucional ni con políticas de preservación. Esta lengua es una combinación
de vocabulario del romaní con la estructura gramatical del euskera, lo que la
convierte en un caso lingüístico excepcional.
El origen del
erromintxela se remonta al siglo XV, cuando los gitanos
que llegaban desde la India buscaron refugio en el País
Vasco, un territorio que les ofrecía protección frente a la
persecución en Europa. El contacto con los vascos durante siglos dio lugar a
una mezcla lingüística única, que se convirtió en la forma de comunicación de
una comunidad específica dentro del mundo gitano.
Pérdida de hablantes y falta de reconocimiento
A pesar de su
valor cultural e histórico, el erromintxela
está en peligro de desaparecer. Actualmente, se calcula que
solo 500 personas en España y una cantidad similar en
Francia lo hablan con fluidez. La mayoría de estos hablantes son ancianos, lo que hace que la transmisión
intergeneracional sea prácticamente inexistente.
Uno de los
principales factores de su desaparición es la presión
del euskera y el castellano en la educación y en la vida
cotidiana. Al no ser una lengua reconocida ni protegida, las nuevas
generaciones han dejado de aprenderla, priorizando otros idiomas con más
utilidad en su entorno.
En los años
90, la Universidad del País Vasco y la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia)
realizaron una investigación para documentar el erromintxela, pero la falta de
fondos impidió continuar con los estudios. Desde entonces, ningún esfuerzo
oficial ha sido suficiente para garantizar su preservación.
Desinterés de los hablantes y resistencia a la documentación
Curiosamente,
la propia comunidad gitana que habla erromintxela ha mostrado cierta resistencia a su documentación y estudio.
Para muchos de ellos, esta lengua no es un símbolo cultural que deba ser
preservado, sino simplemente un medio de
comunicación dentro de su comunidad.
Esta actitud,
sumada a la falta de políticas de conservación, ha acelerado su desaparición.
Incluso dentro del ámbito académico, el erromintxela sigue siendo una lengua poco estudiada, con un gran número de
incógnitas sin resolver sobre su origen y evolución.
Un patrimonio en riesgo de desaparecer
El erromintxela no cuenta con reconocimiento oficial,
lo que lo coloca en una situación de vulnerabilidad extrema. Su extinción no
solo supondría la pérdida de una lengua,
sino también el fin de un testimonio
único sobre la interacción entre gitanos y vascos a lo largo de
la historia.
Desde la
comunidad filológica y asociaciones como Kale Dor
Kayiko, se insiste en la necesidad de que las instituciones destinen fondos para su preservación, ya sea
mediante la enseñanza en escuelas o la creación de materiales educativos.
Sin embargo, si no se toman medidas urgentes, el erromintxela
podría desaparecer en cuestión
de años, dejando atrás siglos de historia, cultura y un ejemplo
extraordinario de mestizaje lingüístico en España.
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