Redescubren en Galápagos un gecko que se creía extinto hace 5.000 años

Científicos confirman la reaparición del gecko de dedos de hoja (Phyllodactylus maresi) en las Galápagos tras un ambicioso proyecto de restauración ecológica iniciado en 2011

En la remota isla Rábida, en pleno corazón del archipiélago de las Galápagos, ha ocurrido un hito inesperado para la biología de la conservación. Un equipo internacional de científicos ha confirmado el redescubrimiento del gecko de dedos de hoja (Phyllodactylus maresi), una especie que se creía extinta desde hace siglos y de la que hasta ahora solo se conocían registros fósiles de hace 5.000 años.

Este hallazgo, publicado en la revista PLOS ONE, supone un cambio de paradigma sobre la resiliencia de los ecosistemas insulares. La detección de ejemplares vivos fue posible gracias a las expediciones de campo lideradas por la organización Island Conservation, en colaboración con el Parque Nacional Galápagos, la Fundación Charles Darwin, el Raptor Center, el Museo de Zoología QCAZ de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y la organización Re:wild.

Una recuperación ligada a la restauración ecológica

El regreso del gecko es el resultado de un ambicioso proyecto de restauración iniciado en 2011, cuyo objetivo era erradicar los roedores invasores no nativos, introducidos en siglos pasados y responsables de la depredación de huevos y crías de especies autóctonas. Su eliminación permitió restablecer el equilibrio natural de la isla y crear un entorno propicio para la recuperación de especies como el Phyllodactylus maresi.

Un año después de concluir la erradicación, se registraron los primeros avistamientos de geckos. El equipo de investigación utilizó análisis morfológicos y secuenciación de ADN para confirmar que se trataba de una población única y genéticamente diferenciada, lo que ha llevado a clasificarla como una Unidad Evolutivamente Significativa.

Esperanza para otras especies en peligro

“El regreso de este geco resalta el increíble poder de la naturaleza para sanarse cuando se le da la oportunidad”, declaró Paula Castaño, gerente del Programa de Impacto de Island Conservation. Por su parte, el herpetólogo Omar Torres-Carvajal, curador del Museo de Zoología QCAZ, señaló que “este archipiélago aún guarda sorpresas ocultas, esperando ser descubiertas”.

Más allá del impacto local, este caso representa un ejemplo global de cómo la restauración ecológica puede permitir el retorno de especies consideradas extintas. El gecko de Rábida se convierte así en símbolo de esperanza en un mundo marcado por la pérdida acelerada de biodiversidad.

 

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