La conciencia humana podría surgir de la energía cuántica del vacío
Un equipo del Department of Consciousness Research del DIWISS Research Institute, en Alemania, ha presentado una de las hipótesis más audaces sobre el origen de la conciencia humana: el cerebro no solo funcionaría mediante impulsos eléctricos y reacciones químicas, sino que interactuaría activamente con el llamado campo del punto cero, un océano de energía cuántica que existe incluso en el vacío absoluto. El estudio, publicado en Frontiers in Human Neuroscience, plantea un cambio radical en la forma de entender la mente y sitúa la conciencia en la frontera entre la biología y las leyes fundamentales del universo.
Según el
modelo, denominado TRAZE, las microcolumnas corticales, diminutas estructuras
formadas por cientos de neuronas, actuarían como auténticas “antenas
cuánticas”. A través de la resonancia con el campo del punto cero, estas
microestructuras generarían estados de coherencia
cuántica, especialmente vinculados al glutamato, el
neurotransmisor más abundante del cerebro. Este mecanismo permitiría explicar
por qué la conciencia aparece asociada a estados de alta sincronización
neuronal y desaparece bajo anestesia o inconsciencia, cuando se rompe ese delicado
equilibrio.
Los investigadores sostienen que esta interacción cuántica
ayudaría al cerebro a mantenerse en un estado de autoorganización
crítica, imprescindible para la experiencia consciente. Aunque
el modelo aún debe ser validado experimentalmente, los autores ya proponen
pruebas para manipular el campo del punto cero y medir la coherencia cuántica
cerebral en tiempo real. De confirmarse, esta teoría podría marcar un cambio de paradigma en la ciencia,
acercando como nunca antes la física cuántica y la neurociencia para abordar
una de las grandes preguntas de la humanidad: qué es realmente la conciencia y
de dónde surge.









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