Los incendios forestales cercan la central nuclear de Chernobil
Los servicios de emergencia ucranios
trabajan desde hace días para sofocar el fuego que amenaza con acercar
radiación a la región de Kiev
El incendio que desde
hace días arrasa miles de hectáreas dentro de la zona de exclusión de la
central nuclear de Chernóbil está todavía descontrolado. Los fuegos, que se
iniciaron la semana pasada, han quemado ya 3.000 hectáreas dentro del perímetro
de la central que vivió en 1986 la peor catástrofe nuclear de la historia.
Ahora, los servicios de emergencia trabajan sin descanso para evitar que las
llamas se acerquen a ese perímetro vallado. En la zona, de acceso muy
controlado, aún se detectaban niveles de radiactividad altos, aunque menores
que tras el accidente, debido al paso de los años. Ahora, esos niveles han
experimentado un pico en ese área debido al humo, según las mediciones de las
autoridades ucranias.
Además, debido al cambio
de viento el riesgo de nuevos incendios forestales se ha incrementado y podría
acercarse todavía más a la central, clausurada hace años, y amenazar el
perímetro de la zona de exclusión, avisan los servicios de emergencia. Los
expertos han mostrado preocupación durante años sobre si el humo de los
incendios –que no son poco habituales en esa zona— puede propagar las
partículas radiactivas cuando la vegetación que ha absorbido esa radiación
arde.
Ahora, esa inquietud es
más real. Aunque las autoridades aseguran que el humo que llegará este domingo
o mañana a la región de Kiev no tendrá niveles en absoluto inseguros de
radiactividad, según las proyecciones de ayer del Centro Estatal Científico y
Técnico para la Seguridad Nuclear y Radiológica.
En la
zona trabajan ahora unos 400 bomberos, cien vehículos, varios helicópteros e
hidroaviones, según el Servicio Estatal de Emergencias. Ahora además de tratar
de sofocar las llamas, buscan evitar con cortafuegos que el incendio se acerque
aún más a la central, sellada ya en su totalidad otra vez en 2016 con un enorme
caparazón de acero nuevo para evitar fugas de radiación durante el próximo
siglo. Desde hace tiempo, la zona de exclusión es lugar de visitas turísticas,
muy controladas. El año pasado, además, después del éxito de la serie Chernobyl,
creada por Craig Mazin, parte de las dependencias de la central también
comenzaron a recibir visitas controladas. | LEER NOTICIA COMPLETA |
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