Una erupción volcánica dejó a los océanos sin oxígeno hace 120 millones de años
Un estudio científico evidencia que esta alteración ambiental provocó la muerte de una familia completa de nanoplancton. La investigación además de resultar reveladora sobre el pasado, da luces sobre cómo el planeta está respondiendo al calentamiento global.
El estudio, que puede ser consultado en la revista
Geology, es el primero en aplicar mediciones de isótopos de estroncio estables
al estudio de eventos anóxicos oceánicos antiguos. Foto: Getty. El estudio, que puede ser consultado en la revista
Geology, es el primero en aplicar mediciones de isótopos de estroncio estables
al estudio de eventos anóxicos oceánicos antiguos. Foto: Getty.
Un nuevo estudio respalda la hipótesis de que las
grandes erupciones de la provincia ígnea de la meseta de Ontong Java, ubicada
en el suroeste del Océano Pacífico, llevaron a un evento anóxico oceánico. Es
decir, causaron que en varios sectores del océano se agotara el oxígeno (O2).
En el conocido como evento anóxico oceánico (OAE)
1a, hace 127 a 100 millones de años, una familia completa de nanoplancton,
organismos que flotan en el agua salada y dulce del mundo, prácticamente
desapareció.
Mediante la medición de la presencia abundante de
isótopos y estroncio en fósiles de nanoplancton, un grupo de científicos de la
tierra del noroeste, concluyó que la erupción volcánica de la gran provincia
ígnea (LIP) provocó el OAE1a.
El LIP de Ontong Java, con un tamaño aproximado al
de Alaska, entró en erupción durante unos siete millones de años. Durante todo este tiempo, fueron arrojadas
toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, llevando a la tierra a un
período que acidificó el mar y asfixió a los océanos.
Las razones de este estudio tienen que ver con lo
que se aproxima para el planeta tierra, de acuerdo con Jiuyuan Wang, estudiante
de ph.D. y primer autor del estudio.
"Retrocedemos en el tiempo para estudiar los períodos de efecto
invernadero porque la Tierra se dirige ahora hacia otro período de efecto
invernadero", dijo Wang.
El estudio, que puede ser consultado en la revista
Geology, es el primero en aplicar mediciones de isótopos de estroncio estables
al estudio de eventos anóxicos oceánicos antiguos.
Para estudiar el clima del planeta durante el
Cretácico Temprano, periodo en el que proliferaron varios tipos de dinosaurios,
los investigadores examinaron y analizaron un núcleo de sedimentos tomado de las
montañas del Pacífico medio.
Estos sedimentos, de 1.600 metros de largo, fueron
la base de la investigación ya que las conchas de plancton y muchos organismos
marinos construyen sus conchas con carbono de calcio. Así, cuando el CO2 llega
al mar, forma un ácido que inhibe la formación de carbonato de calcio.
"Cuando el océano se acidifica, básicamente
derrite el carbonato. Podemos ver este proceso impactando el proceso de
biomineralización de organismos que usan carbonato para construir sus
caparazones y esqueletos en este momento, y es una consecuencia del aumento
observado en el CO 2 atmosférico debido a actividades humanas”, explicó al
respecto Sageman, profesor de ciencias terrestres y planetarias en la Facultad
de Artes y Ciencias Weinberg de Northwestern y coautor del artículo.
En el pasado, ya se ha tratado de estudiar la
composición de los isótopos del calcio de carbono. Sin embargo, según
explicaron los autores del estudio, los resultados que arrojaron podían
interpretarse de distintas maneras. En este, los investigadores también
examinaron los isótopos que se encuentran en los fósiles de carbono para obtener
una imagen panorámica.
"Nuestro
estudio aprovecha las observaciones de que los isótopos de calcio y estroncio
se comportan de manera similar durante la formación de carbonato de calcio,
pero no durante la alteración que se produce tras el entierro. En este estudio,
el isótopo de calcio-estroncio ‘multi-proxy‘ proporciona una fuerte evidencia
de que las señales son ‘primarias‘ y se relacionan con la química del agua de
mar durante OAE1a”, explicó Jacobson, otro de los coautores.
Esta investigación también tiene trascendencia para
el futuro del planeta tierra, pues al comprender cómo fue que los océanos
respondieron al calentamiento y el aumento del CO2, los autores pueden entender
cómo el planeta está reaccionando al calentamiento global, en el cual los seres
humanos tienen mucho que ver.
"La mejor manera en que podemos entender el
futuro es a través del modelado por computadora", dijo Jacobson.
"Necesitamos datos climáticos del pasado para ayudar a dar forma a modelos
más precisos del futuro".
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