LCRD: la comunicación espacial del futuro a través del láser
La NASA lanza satélites, rovers y orbitadores para investigar el lugar de la humanidad en la Vía Láctea. Cuando estas misiones llegan a sus destinos, sus instrumentos científicos capturan imágenes, videos y conocimientos valiosos sobre el cosmos.
La infraestructura de comunicaciones en
el espacio y en tierra permite que los datos recopilados por estas misiones
lleguen a la Tierra. Sin estaciones terrestres para recibirlo, los
extraordinarios datos capturados por estas misiones, quedarían atrapados en el
espacio, sin poder llegar a los científicos e investigadores de la Tierra.
Desde los albores de la exploración espacial, las
misiones de la NASA se han basado principalmente en las comunicaciones por
radiofrecuencia, para realizar la transferencia de información. Pero este
otoño, la Laser Communications Relay Demonstration (LCRD) de la NASA, lanzará y
exhibirá las comunicaciones láser, una forma revolucionaria de trasnmitir datos
desde el espacio a la tierra.
Las estaciones terrestres de LCRD, conocidas como
Optical Ground Station (OGS) -1 y -2, están ubicadas en Table Mountain,
California, y Haleakalā, Hawaii. Estos lugares remotos y de gran altitud fueron
elegidos por sus claras condiciones climáticas. Si bien las comunicaciones
láser pueden proporcionar mayores velocidades de transferencia de datos, las
perturbaciones atmosféricas, como las nubes y las turbulencias, pueden
interrumpir las señales láser cuando penetran en la atmósfera de la Tierra.
“Debido a la forma en que funciona la meteorología
local, hay un mínimo de polvo y menos turbulencia atmosférica en la cima de la
montaña, lo cual es excelente para las comunicaciones láser”, dijo Ron Miller
del Goddard Space Flight Center de la NASA, en Greenbelt, Maryland, y ex líder
de desarrollo de OGS-2 en Hawái. “Está a unos 3.048 metros de altura, por lo
que está por encima de gran parte de la atmósfera, y el clima que se desarolla
debajo de la cumbre. Es muy común tener un buen día soleado en la cima y que esté
nublado en el punto medio de la montaña”.
Los ingenieros de comunicaciones de la NASA
seleccionaron estos sitios porque sus patrones climáticos se complementan entre
sí. Cuando OGS-1 en California está nublado, OGS-2 en Hawaii tiende a ser
claro, y viceversa. Para monitorear la cobertura de nubes y determinar qué
estación se utilizará, el colaborador comercial Northrop Grumman proporcionó
una estación de monitoreo atmosférico que observa las condiciones climáticas en
Haleakalā. Esta estación de monitoreo funciona de manera casi autónoma, las 24
horas del día, los siete días de la semana. OGS-1 tiene capacidades similares
de monitoreo del clima en Table Mountain.
A pesar del clima, generalmente despejado en estos
lugares, los ingenieros de la NASA deben seguir trabajando en reducir los
efectos de las turbulencias atmosféricas en los datos recibidos por OGS-1 y
OGS-2. Para ello, ambas estaciones aprovechan el poder de la óptica adaptativa.
“Un sistema de óptica adaptativa utiliza un sensor
para medir la distorsión de la señal electromagnética que proviene de la nave
espacial”, dijo Tom Roberts, gerente de desarrollo y operaciones de OGS-1 en el
Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en el sur de California. “Si podemos
medir esa distorsión, entonces podemos enviarla a través de un espejo
deformable que cambie de forma para eliminar esos errores que induce la
atmósfera. Eso nos permite tener una señal buena e impecable”.
Si bien OGS-2 se desarrolló específicamente para la
misión LCRD, OGS-1 tiene su sede en el Optical Communications Telescope
Laboratory de JPL, que antes de LCRD se utilizó para demostraciones de
comunicaciones láser. Para preparar OGS-1 para el soporte LCRD, los ingenieros
tuvieron que actualizar la estación terrestre, modificando el sistema para llevarlo
a un estándar más alto. Una de esas mejoras implicó reemplazar los espejos para
tener una mejor reflectividad y umbrales láser más alto,s para que el
telescopio pueda recibir y enviar señales láser desde y hacia LCRD.
Antes del apoyo a la misión, LCRD pasará
aproximadamente dos años realizando pruebas y experimentos. Durante este
tiempo, OGS-1 y OGS-2 actuarán como usuarios simulados, enviando datos desde
una estación a LCRD y luego a la siguiente. Estas pruebas permitirán a la
comunidad aeroespacial aprender de LCRD y perfeccionar aún más la tecnología
para la implementación futura de sistemas de comunicaciones láser.
Después de la fase experimental, LCRD apoyará
misiones en el espacio. Las misiones, como una terminal en la Estación Espacial
Internacional, enviarán datos a LCRD, que luego los transmitirá a OGS-1 o
OGS-2.
LCRD es una carga útil alojada en el Space Test
Program Satellite-6 del Departamento de Defensa (STPSat-6). Si bien LCRD es una
carga útil de comunicaciones láser, la nave espacial seguirá teniendo una
conexión de radiofrecuencia a tierra. La terminal del enlace a tierra (PGLT)
ubicada en el complejo White Sands, cerca de Las Cruces, Nuevo México,
transmitirá datos de seguimiento, telemetría y comando a la nave espacial a
través de ondas de radio.
La NASA administra los elementos terrestres de LCRD,
OGS-1, OGS-2 y PGLT, desde el centro de operaciones de la misión de LCRD, en
White Sands.
“El centro de operaciones de la misión es el cerebro
central del sistema LCRD”, dijo Miriam Wennersten, gerente del segmento
terrestre de LCRD en Goddard. “Coordina la configuración de la carga útil y las
tres estaciones terrestres al mismo tiempo, programando los diversos servicios
ópticos y los enlaces”.
Sin una infraestructura terrestre, los datos científicos
y de exploración extraordinarios no llegarían a los investigadores de la
Tierra. El segmento terrestre de LCRD será fundamental para el éxito de la
misión, proporcionando a los ingenieros la oportunidad de probar y perfeccionar
las comunicaciones láser. A su vez, LCRD marcará el comienzo de una nueva era
de comunicaciones láser, donde las misiones tendrán acceso sin precedentes a la
información obtenida con satélites y sondas en el espacio.
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