Átomos artificiales, el futuro de la ciencia cuántica
MIT News, informó que sus investigadores han logrado introducir una arquitectura de computación cuántica capaz de realizar cálculos cuánticos con un bajo rango de error. Además de compartir de manera rápida información cuántica entre ordenadores. El trabajo, ahora representa un importante avance hacia la creación de una computación cuántica.
Retrocediendo un poco en el tiempo, tenemos que los
procesadores cuánticos a pequeña escala, ya habían realizado con éxito algunas
tareas a un ritmo exponencialmente más rápido que el de las computadoras
clásicas. Sin embargo, una dificultad que se encuentra es comunicar
controladamente la información cuántica entre las distintas partes que integra
al procesador.
En las computadoras clásicas, las interconexiones
cableadas son utilizadas para enrutar la información que transita de un lado a
otro, mediante un procesador en el tiempo que demore un cálculo.
En cambio, en la computación cuántica, la
información en sí, es mecánica cuántica y frágil. Por ello requiere la implementación
de nuevas estrategias fundamentales que ayuden a procesar y comunicar
simultáneamente la información cuántica que viaja en un chip.
“Uno de los principales desafíos en la escala de las
computadoras cuánticas es permitir que los bits cuánticos interactúen entre si
cuando no estén ubicados”, dijo William Oliver. Profesor asociado de Ingeniería
Eléctrica y Ciencias de la Computación. Miembro del Laboratorio Loncoln del MIT
y director asociado del Laboratorio de Investigación para Electrónica.
En base a un artículo publicado por la revista
Nature, los investigadores demuestran que, si bien los átomos naturales son
pequeños y puntuales, respecto a la longitud de onda de la luz con la que
interactúan, este no tiene por qué ser el caso de los átomos artificiales
superconductores.
En su lugar, se han construido átomos gigantes.
Partiendo de bits cuánticos superconductores. O qubits. Conectados mediante una
configuración sintonizable a una línea de transmisión de microondas.
Lo que les ha permitido a los investigadores
realizar algunas configuraciones importantes. Como el ajustar la fuerza de las
interacciones qubit-guía de onda. Para que de esta manera los qubits frágiles
puedan protegerse de la decoherencia. Que otra forma seria acelerada por la
guía de onda, durante la realización de operaciones de alta fidelidad.
Mientras los modelos que tratan a los átomos como
objetos puntuales más pequeños que la longitud de onda de la luz con la que
interactúan, los qubits superconductores, son esencialmente grandes circuitos
eléctricos.
El átomo gigante emite su información como fotones
de microondas en distintas ubicaciones a lo largo de la guía de onda. Logrando
que los fotones interfieran entre sí. Siendo este proceso ajustable para
completar la interferencia destructiva. Es decir, que la información en el
qubit está protegida.
Incluso cuando no son liberados los fotones del
átomo gigante, múltiples qubits aún pueden interactuar entre sí para realizar
operaciones a lo largo de la guía. En donde los qubits permanecen acoplados a
la guía de onda en todo momento.
Es así que, gracias a este tipo de interferencia
cuántica, pueden permanecer sin ser afectados por ella. Además de protegerse de
la decoherencia, mientras las operaciones de uno y dos qubits son realizadas
con alta fidelidad.
.-
Comentarios
Publicar un comentario