El día en que televisiones y periódicos dieron por hecho el aterrizaje de extraterrestres en Rusia

 

Muchos españoles quizá lo recuerden o no estén seguros de si es algo que soñaron, y los que son más jóvenes no se lo creerán cuando lo sepan, pero es cierto: el telediario dio la noticia de que unos extraterrestres habían llegado a Rusia. Con cierta cautela, pero totalmente en serio.

Fue el 9 de octubre de 1989, en la edición del mediodía —que puede encontrarse en YouTube—, pero no fueron los únicos: la prensa internacional se hizo eco y en España todos los grandes diarios le dieron espacio. Abc, el periódico que más cobertura dio al asunto, tituló el primer día: “Científicos soviéticos confirman el aterrizaje en la URSS de un ovni tripulado por gigantes”. EL PAÍS: “La agencia Tass informa de que científicos soviéticos estudian el aterrizaje de un ovni”. La Vanguardia: “Tass anuncia el aterrizaje de un ovni”.

En teoría había ocurrido dos semanas antes, el 27 de septiembre de 1989, y mañana se cumplen 30 años. Todos los primeros artículos estaban firmados por agencias, la española Efe y la estadounidense Associated Press, que tomaron como referencia la información de la agencia oficial rusa, Tass. Sorprendentemente, esta primera fuente original tenía apariencia de seriedad y numerosas confirmaciones de testigos, policía, y científicos. Al día siguiente los medios ya movilizaron a los corresponsales. Abc continuó un día después: “Los extraterrestres hicieron desaparecer momentáneamente a uno de los testigos”. Pero lo mejor es el subtítulo: “El Gobierno soviético asegura que el asunto no es de su competencia”. Ese era el caos de la URSS meses antes de su derrumbe final, algo que es parte importante en el contexto en que surgió la noticia.

El relato, lleno de vivaces detalles, era alucinante. Así dio paso a la noticia el presentador del telediario, Luis Mariñas: “Escepticismo en el Ministerio del Interior soviético sobre el posible aterrizaje de extraterrestres en la ciudad de Voronezh, 500 kilómetros al sur de Moscú. El extraño suceso, ratificado por la milicia y científicos locales, tiene conmocionados sin embargo a los habitantes de la ciudad. Testigos presenciales señalaron que seres extraterrestres de tres o cuatro metros de estatura, habían descendido de la nave, un enorme disco luminoso”.

La locutora de la noticia comenzaba hablando de las películas de ciencia ficción, pero luego entraba así en la noticia: “Pero esta vez el hecho podría no ser fruto de la fantasía...”. Y contaba una historia terrorífica, dándolo por hecho: “Muchas personas vieron el disco luminoso posarse sobre el parque de la ciudad. Uno, dos o tres humanoides salieron del ovni […] Todos parecían iguales, menos un robot que les acompañaba”. Los científicos locales estaban sorprendidos: “Los hechos no son normales y ellos no lo han negado”.

El impacto fue tal que hasta Informe Semanal envió al lugar al corresponsal en Rusia, Luis Rivas, y emitió un reportaje ese fin de semana (“Extraterrestres en la perestroika”, que también puede verse en YouTube)."Todavía hoy me sigo preguntando por qué alguien de las autoridades soviéticas decidió que esto había que explotarlo a nivel internacional", recuerda Rivas. Precisamente el interés estaba entonces, entre los periodistas extranjeros, en por qué las fuentes oficiales daban tanta importancia al caso. Rivas apunta que el solo hecho de poder salir fácilmente de Moscú, para lo que normalmente se necesitaban permisos y mucha burocracia, o que un militar accediera a hablar a las cámaras tranquilamente, era totalmente inusual: "Incluso hablar con la gente era complicado, tenían miedo de hablar con occidentales, pero en Voronezh todos los vecinos hablaban".

La atención a la noticia se mantuvo incluso un par de semanas, sobre todo porque la agencia Tass seguía insistiendo en que su trabajo era serio y continuaba citando confirmaciones de todo tipo. Las televisiones rusas entrevistaron a testigos, que eran todos niños. Rivas, que habló con los chavales, recuerda que "no dudaban nada y no tenían contradicciones". "Si estaban instruidos eran alumnos aventajados, lo hacían muy bien", recuerda. Según el relato de los menores, la llegada extraterrestre habría ocurrido en un parque y la nave había dejado huellas en el suelo. Las informaciones referían que la zona emitía una radioactividad anómala y estos seres habrían dejado una roca de color rojo de un material desconocido en la Tierra. La nave, decían, tenía forma de melón o plátano alargado, y medía unos quince metros. Sus tripulantes tenían tres ojos y el del medio giraba como un radar. Hasta que un comité científico soviético decretó a final de octubre, un mes después, que no había pruebas de nada.

The New York Times publicó un artículo el día 11: “El aterrizaje ovni es un hecho, no fantasía, insisten los rusos”. Pero en general la prensa norteamericana se lo tomó a broma, aunque la CIA, según documentos desclasificados posteriormente, incluyó la información en sus despachos de la época.

Hoy podemos pensar que vivimos en la era de las noticias falsas, que somos muy crédulos y que cada vez es más difícil distinguir la verdad, pero lo cierto es que siempre han existido. El género humano ha tenido tradicionalmente gran imaginación y el periodismo de ahora no es peor que el de antes. Es más, hoy las noticias falsas se pueden desactivar en cuestión de minutos.

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