La extinción de los grandes herbívoros desató incendios en todo el mundo
Hace entre 50.000 y 6.000 años, la extinción de los grandes animales como el mamut, el bisonte gigante o los caballos antiguos no solo tuvo consecuencias para los depredadores, también para las praderas, donde la hierba, las hojas y la madera empezaron a acumularse y a provocar incendios en todo el planeta.
Esta es la principal conclusión de una investigación
liderada por la Universidad de Yale (Connecticut, EE. UU.) en colaboración del
Museo de Historia Natural de Utah, y que ha sido publicada este jueves
(25.11.2021) por la revista especializada Science.
Cuatro
continentes estudiados
En el estudio, los investigadores recogieron datos
sobre la desaparición de estas grandes especies en cuatro continentes: América
del Sur perdió el 83% de todas las especies, América del Norte el 68%,
Australia el 44% y África, el 22%.
Después, compararon estos resultados con los
registros de la actividad de los incendios revelados en los sedimentos de 410
lugares de todo el mundo. Con este análisis obtuvieron un registro histórico de
la actividad de los incendios regionales en todos los continentes y descubrieron
que la actividad de los incendios aumentó después de la extinción de los
megaherbívoros.
América, donde
más se produjeron incendios
El estudio afirma que los continentes que perdieron
más herbívoros (América del Sur y luego América del Norte) se produjo un mayor
aumento de la extensión de los incendios, mientras que en los continentes con
menores tasas de extinción (Australia y África) apenas hubo cambios en la
actividad de los incendios de pastizales.
Y, aunque en ese mismo periodo, muchas especies
antiguas -como los mastodontes, los diprotodontes o los perezosos gigantes que
se alimentaban de arbustos y árboles en zonas boscosas- también se
extinguieron, su desaparición tuvo "menos impacto" en los incendios
de las zonas boscosas, apunta el estudio.
Tras la pérdida de los ecosistemas de pastizales en
todo el mundo, los nuevos 'pastores', incluido el ganado, acabaron adaptándose
a los nuevos ecosistemas.
El impacto de
los herbívoros
Para Allison Karp, investigadora de Yale y coautora
del trabajo, el estudio demostró que esas extinciones tuvieron consecuencias,
por lo que "estudiar sus efectos ayudará a entender cómo los herbívoros
dan forma a la ecología global en la actualidad".
Los científicos deberían tener en cuenta el papel
del ganado de pastoreo y los pastores silvestres en la mitigación de los
incendios y el cambio climático, advierten los autores.
"Este trabajo pone de manifiesto la importancia
que pueden tener los pastores a la hora de determinar la actividad de los
incendios. Debemos prestar mucha atención a estas interacciones si queremos
predecir con exactitud el futuro de los incendios", concluyó la autora
principal del artículo, Carla Staver.
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