La solidaridad prolongó la vida de los dinosaurios de cuello largo
El comportamiento es uno de los aspectos menos conocidos de los dinosaurios que vivieron entre el Triásico y el Jurásico. El hallazgo conjunto de unos 100 huevos, con algunos embriones dentro, y otros 80 restos fósiles en distintas etapas de madurez, fechados en unos 193 millones de años, permite saber que vivían en comunidad y se cuidaban unos a otros desde el inicio de su existencia.
Esto pudo ser clave para el éxito de su
supervivencia, lo que los ubicó como los únicos herbívoros gigantes del
Jurásico Temprano. Esta constatación es ahora la más antigua sobre el
comportamiento en manada de esta especie, ya que la última prueba de este tipo
de conducta se consiguió en la década de los sesenta, con una antigüedad de 40
millones de años. Este nuevo estudio fue publicado a fines de octubre en la
revista Nature por ocho paleontólogos de Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos y
Francia que llevan estudiando la zona intermitentemente desde hace casi 20
años.
Ese esfuerzo ha tenido sus frutos: los huevos con
embriones en su interior son un descubrimiento excepcional sobre un período que
duró unos 50 millones de años. “Por primera vez tenemos evidencia robusta del
comportamiento gregario por edades y de fidelidad sobre esta especie de
dinosaurios”, destaca Adriana Mancuso, segunda autora de la publicación, en un
alto en su tarea de campo que se prolonga hasta la noche.
Forzando una analogía con los seres humanos, podría
decirse que los dinosaurios vivían algo así como en familia y entre amigos.
Aunque lo correcto es nombrarlo como cohesión entre pares, como lo hace el
Diego Pol, paleontólogo y primer autor de la investigación. “A los individuos
jóvenes, que tenían uno o dos años, nunca los encontramos solos sino asociados
entre varios de la misma edad. Eso está hablando de cohesión entre pares, algo
habitual en algunos animales actuales entre los que es común ver juntas a crías
de camadas anteriores, como los cachorros”. Eso se debe a que tienen
necesidades compartidas. “Se mueven a la misma velocidad, tienen el mismo patrón
de actividad, probablemente comen a la misma hora o el mismo tipo de alimento.
Entonces hay mucha coordinación de actividades que se hacen más fáciles con
pares de su edad, de su tamaño”, explica Pol. La gran brecha entre los más
pequeños y los adultos era un obstáculo importante a sortear en el cuidado. Los
Mussaurus patagonicus –la especie a la que pertenecen los fósiles hallados–
nacían con el tamaño de un pollito y crecían hasta medir como una jirafa, solo
que de 1.500 kilos (la media de los camélidos actuales ronda los mil kilos).
Por esa razón, la asociación entre pares de la misma edad era una alianza muy
conveniente. “Cuando tienes tanta divergencia en tamaños, combinar las
actividades y caminar al mismo ritmo se vuelve crítico para el cuidado y la
supervivencia”, subraya el investigador argentino.
Referencia principal :
https://www.nature.com/articles/s41598-021-99176-1
Artículo en Español : https://elpais.com/ciencia/2021-11-10/la-solidaridad-prolongo-la-vida-de-los-dinosaurios-de-cuello-largo.html
/ MARÍA VICTORIA ENIS
Fotografía : Unos 100
huevos de saurópodomorfo fueron hallados en varios nidos en el sur de la
Patagonia argentina, en lo que parecía ser un asentamiento grupal. / DIEGO POL
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