Las grandes ballenas comen tres veces más de lo que pensaba
Las ballenas más grandes del planeta pueden comer hasta tres veces más de lo que se pensaba anteriormente, con beneficios cruciales para los ecosistemas que habitan, según un estudio dado a conocer esta semana.
Las criaturas más grandes que jamás hayan vivido en
la Tierra, incluidas las ballenas azules, las ballenas jorobadas y otras
especies, utilizanfiltros para alimentarse de krill y peces pequeños.
Pero su enorme tamaño y su frágil población
dificultaron dar con la respuesta a una pregunta básica: cuánto comen
exactamente.
Etiquetas y
sensores
Para averiguarlo, un estudio publicado en Nature
describe cómo los investigadores colocaron etiquetas de ventosa equipadas con
sensores de movimiento en 321 ballenas para monitorear sus prácticas de
alimentación.
Utilizaron ondas sonoras para medir la densidad de
los enjambres de krill antes y después de alimentarse, y encontraron que una
sola ballena azul puede comer unas 16 toneladas de krill durante un solo día.
"Es un animal del tamaño de un avión, que
engulle el volumen de una piscina en cuestión de segundos", dijo a
agencias el autor del estudio, Matthew Savoca, de la Universidad de Stanford.
Usando mediciones diarias de siete especies en el
Océano Austral alrededor de la Antártida, el estudio estima que las poblaciones
anteriores a la caza de ballenas pueden haber consumido hasta 430 millones de
toneladas de krill anualmente, el doble del krill total que se estima que
existe en la Tierra hoy.
Desechos
benéficos al ecosistema
Después de ingerir cantidades masivas de krill rico
en hierro, los desechos de las ballenas juegan un papel esencial en hacer que
ese nutriente esté disponible para el resto del ecosistema, particularmente el
fitoplancton.
"En los sistemas oceánicos abiertos, los
nutrientes son difíciles de conseguir para el fitoplancton", dijo Savoca.
"Las ballenas actúan como máquinas de reciclaje
de krill altamente móviles. Los nutrientes que necesita el fitoplancton están
encerrados dentro del krill y los intestinos de las ballenas se utilizan para
desbloquear ese hierro".
Este ciclo de retroalimentación positiva puede
responder a la pregunta de por qué las poblaciones de krill han disminuido
junto con las ballenas en lugar de prosperar en ausencia de los enormes
depredadores.
El estudio dice que si se restauraran las poblaciones
de ballenas, el circuito de retroalimentación positiva que generan podría
desencadenar una "ola verde" de recuperación del ecosistema oceánico.
Las ballenas azules pueden crecer hasta 34 metros de
largo y pesar más de 150 toneladas, lo que las hace un poco más cortas pero
mucho más grandes que el titanosaurio de 37 metros y 70 toneladas, considerado
el dinosaurio más grande que haya existido / AFP
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