Las aves marinas se ven afectadas o mueren por la contaminación lumínica
La contaminación lumínica supone alteraciones en la velocidad y la dirección del vuelo de aves marinas, lo que puede llegar a provocar su posada en aquellos núcleos de luz artificial, seguida de una consecuente mortalidad ante la imposibilidad de retomar el vuelo, según un estudio.
El informe, titulado 'Seguimiento de vuelos para
investigar la mortalidad de aves marinas inducida por luces artificiales',
según su traducción al español, es resultado de la colaboración de
investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), de la Universidad
Autónoma de Madrid (UAM), del Grupo de Ornitología e Historia Natural de las
Islas Canarias (GOHNIC) y SEO/BirdLife y ha sido publicado en la revista
"Frontiers in Ecology and Evolution".
Según una nota publicada por la EDB-CSIC, la
contaminación lumínica provoca la atracción de aves marinas hacia zonas
iluminadas -más de 70 especies, algunas muy amenazadas-, tratándose de un
fenómeno que afecta principalmente a los jóvenes ejemplares durante sus
primeros vuelos desde su nido hacia el mar.
Los científicos han seguido los vuelos hasta el mar
de individuos jóvenes de pardela cenicienta en la cara sur de la isla de
Tenerife a través de dispositivos GPS con descarga remota, lo que ha permitido
saber que el 13,4 % de estos ejemplares cayeron en zonas con contaminación
lumínica, según ha asegurado a EFE el investigador e impulsor del estudio Airam
Rodríguez.
El destino de estas aves, a no ser que sean
recogidas por campañas de rescate en las que se solicita la colaboración
ciudadana, es en la mayoría de los casos la muerte, ante la imposibilidad que
tienen de reanudar el vuelo en zonas urbanas.
"Una vez las aves aterrizan o chocan contra
algo, no son capaces de encontrar su camino hacia el mar, son aves marinas que
les cuesta mucho despegar desde el suelo", asegura Rodríguez antes de
añadir que "para despegar cuando están en los nidos usan un lugar elevado;
además, las colonias suelen estar en laderas y suele haber un pequeño
viento".
El estudio revela que algunos ejemplares rescatados
en zonas urbanas han llegado a estar en el suelo hasta cinco días, algo que
reduce mucho sus futuras posibilidades de supervivencia en el medio natural
marino debido a la cantidad de grasa que pierden.
En el caso del 86,6 % restante, una parte consigue
llegar al mar directamente, "como en un vuelo que sería lo
esperable", pero hay otras que se quedan atrapadas sobre aquellos lugares
contaminados lumínicamente hasta que en algún momento son capaces de escapar y
llegar a su destino.
Entre los factores que influyen en el éxito final
del vuelo hasta alcanzar el mar se encuentra la mayor o menor cantidad de
plumón en los individuos, ya que aquellos que tienen más plumón están menos
desarrollados y su vuelo es más tortuoso.
El investigador también ha asegurado a EFE que otros
trabajos le han permitido saber que, entre otros efectos de la contaminación
lumínica, está el acercamiento de los búhos a entornos urbanos en busca de
alimento ante la atracción que sienten los insectos por la luz. EFE
.-
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