Descubren el “último dinosaurio europeo”
La historia que leerán a continuación tiene todos los ingredientes para sorprender incluso a los más incrédulos. Así que, sin más preámbulo, empecemos. En el pequeño pueblo de Orcau, en el Pallars Jussà, a un tiro de piedra de Lleida, se ha hallado una nueva especie de dinosaurio.
De ni
más ni menos que 70,5 millones de años de antigüedad, lo que vendría a ser la
última gran era de los dinosaurios antes de su extinción. Se trata del
esqueleto semiarticulado de un herbívoro más completo jamás descubierto en
Europa. También se alza como el dinosaurio más grande descubierto en esta
región. El animal se presenta al mundo bajo el nombre de 'Abditosaurus
kuehnei', que se traduce literalmente como "el reptil olvidado", ya
que (aunque su gran debut ha llegado este lunes) el hallazgo de sus restos se
remonta a la década de los 50.
Se podría decir, como es habitual en los trabajos
paleontológicos, que este hallazgo es fruto del azar. Pero, según explica el
investigador Bernat Vila en una entrevista con EL PERIÓDICO, el descubrimiento
de esta nueva especie de dinosaurio (y de su parentesco) no tiene nada de
fortuito. Los primeros restos de este animal fueron desenterrados por el
paleontólogo alemán Walter Kühne allá por 1954 (de quien, por cierto, ha
heredado el apellido). Los fósiles fueron enviados al Instituto Lucas Mallada
de Madrid y, a pesar de su espectacularidad, acabaron sepultados en el olvido.
El yacimiento de Orcau volvió a la vida en la década de los 80, con una nueva
excavación, pero una gran tormenta volvió a paralizar los trabajos. No fue
hasta 2012 que Vila y su equipo recuperaron la excavación y empezaron a
reconstruir las piezas del puzle.
"El hallazgo de este dinosaurio ha sido posible
gracias a un arduo trabajo en equipo", explica, orgulloso, el investigador
del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y primer autor de este
trabajo. Empezando por el "laborioso trabajo" de recuperar las
libretas originales de la primera excavación, reunir los restos fósiles
repartidos por diferentes museos de España y estudiar, en su conjunto, el
esqueleto de este animal. El resultado, publicado este mismo lunes en la
prestigiosa revista científica 'Nature Ecology & Evolution', incluye una reconstrucción
del dinosaurio, veintena de modelos tridimensionales de los fósiles y un total
de 130 páginas de material suplementario para reconstruir los orígenes de este
gigante prehistórico.
Hablemos, ahora sí, de cómo era un 'Abditosaurus
kuehnei'. La reconstrucción de este dinosaurio dibuja la imagen de un herbívoro
de 18 metros de longitud y unas 14 toneladas de peso que vivió hace 70 millones
de años a dos pasos de lo que ahora conocemos como Tremp. Según explican sus
descubridores, era un animal cuadrúpedo, de cuerpo robusto y cuello largo. Con
patas delanteras más cortas que las traseras y una enorme cola puntiaguda. Su
cráneo era pequeño y sus dientes puntiagudos. Y su tronco tenían el tronco
estaba recubierto de unas placas óseas que, probablemente, le servían o como
escudo protector o como reserva de calcio.
Uno de los datos más sorprendentes de este 'retrato'
es que apunta a un ejemplar casi el doble de grande que los dinosaurios
autóctonos de esta zona. Según explica Vila, de hecho, los dinosaurios del
Cretáceo superior de Europa eran mucho más pequeños, con entre seis y 10 metros
de longitud, con unas dimensiones casi enanas en comparación con los grandes
dinosaurios del continente americano. "La vértebra de un dinosaurio
autóctono cabe en la palma de una mano. Pero una vértebra de un 'Abditosaurus
kuehnei' puede medir casi 45 centímetros de ancho. Es tan grande que hace falta
más de una persona para manejarla", explica Vila para ilustrar la
diferencia de tamaño y, de paso, la dificultad técnica que ha supuesto estudiar
este enorme ejemplar.
El descubrimiento de un gigante prehistórico en
pleno Pallars Jussà ha supuesto una sorpresa mayúscula para la comunidad
científica. Hasta ahora, de hecho, se creía que esta región (entonces compuesta
por un extenso archipiélago de islas que ahora engloba desde la península
Ibérica hasta el sur de Francia) solo estaba poblada por dinosaurios pequeños.
La presencia de un reptil de gran tamaño, según argumentan sus descubridores,
abre la puerta a una interesante hipótesis sobre la diáspora de estos animales.
"Los análisis filogenéticos concluyen que este dinosaurio pertenece el
grupo de titanosaurios que vinieron de Sudamérica y África", resumen Vila.
"Nuestra teoría es que llegaron a esta región a través de una ruta migratoria
que se creó en ese momento por el descenso general del nivel del mar",
comenta el paleontólogo.
La historia de este animal ha sido desenterrada por
investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), el
Museo de la Conca Dellà (MCD), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la
Universidad de Zaragoza (Unizar) y la Universidade NOVA de Lisboa (UNL) y,
según esgrimen los paleontólogos responsables de su estudio, proporciona una
nueva mirada sobre los últimos dinosaurios europeos. "Casi todo lo que
sabemos sobre la extinción de los dinosaurios viene del contiene americano.
Todo lo que pasó más allá está por ver. Todavía no sabemos cómo afectó la caída
del meteorito a los dinosaurios que habitaban en Pirineo catalán y aragonés",
comenta el científico. "Entender qué ocurrió con estos animales va mucho
más allá de la anécdota. Es un paso clave para entender nuestra existencia, la
evolución de las formas de vida y los procesos de extinción masiva",
reflexiona.
Referencia: https://www.elperiodico.com/es/ciencia/20220207/nueva-especie-dinosaurio-pirineos-70-millones-anos-13204944
.-
Comentarios
Publicar un comentario