Descubren una nueva especie de abeja en el sur de España

 

Una nueva especie de abeja ha sido identificada en los Pinares de Aznalcázar (Sevilla), en el entorno de Doñana, por un equipo de la Estación Biológica (CSIC) y la Universidad de Mons (Bélgica).

Se trata de una zona considerada de las más ricas en tipos de abeja de Europa, pero a la vez está amenazada por los asentamientos de abeja de la miel, según la Estación Biológica de Doñana del CSIC en un informe enviado al Espacio Natural de Doñana.

La nueva especie pertenece al género Andrena, uno de los más diversos y numerosos, con más de 1.600 especies descritas en todo el mundo.

Los expertos la localizaron en un muestreo realizado en Doñana entre 2015 y 2021. Durante el proceso, identificaron 51 especies del género Andrena, incluyendo esta nueva especie nunca antes descrita, en concreto en los Pinares de Aznalcázar, contiguos a Doñana.

Los investigadores Curro Molina e Ignasi Bartomeus, de la Estación Biológica de Doñana (EBD), han bautizado a la nueva especie como Andrena ramosa, y su trabajo lo ha publicado el "Belgian Journal of Entomology".

Empieza a volar a finales de enero, una fecha bastante temprana y los investigadores creen que quizás utilice un solo recurso floral, el gamón (Asphodelus ramosus). También indican que tiene más similitudes con abejas del Mediterráneo oriental que del occidental.

La Península Ibérica goza de una gran diversidad de especies de abejas por el clima mediterráneo dominante y la cantidad de hábitats disponibles.

Curro Molina considera “paradójico” que las zonas con más diversidad de abejas, como las de clima Mediterráneo, sean las menos estudiadas.

Molina, junto a Ainhoa Magrach e Ignasi Bartomeus, han fundado la asociación Abejas Silvestres, para conservar las más de 1.000 especies de este tipo de abeja de la Península.

En el Espacio Natural de Doñana, con gran variedad de hábitats, las especies endémicas tienen una distribución muy pequeña. Varias de ellas se han descubierto recientemente, lo que sugiere, afirman los investigadores, que se necesitan más estudios en esta región.

Además, la presencia de colmenas con abejas de la miel en ciertos lugares de Doñana ha motivado la protesta de la Estación Biológica.

Aunque se trata de uno de los usos tradicionales autorizados por el Espacio Natural –gestionado por la Junta-, la EBD envió un informe lamentando que existen entre 16-18 asentamientos a escasos metros de las lindes de la Reserva Biológica (finca de 7.500 ha que gestiona la propia EBD), que “afectarán gravemente los objetivos de conservación, poniendo en grave riesgo y amenazando la comunidad de polinizadores de la Reserva”.

Los expertos de la Estación Biológica consideran que la distancia mínima respecto a las lindes de la Reserva –considerada el ‘corazón’ de Doñana- a la cual deberían situarse los asentamientos “debería ser de al menos 2 kilómetros”.

Según la memoria de actividades de 2019 de Doñana, existen 91 asentamientos, que pueden tener un máximo de 100 colmenas cada uno.

La Reserva disfruta de una elevada diversidad de polinizadores, 187, entre ellos 56 especies sólo de abejas y abejorros, según la EBD.

Esta fauna silvestre, y por tanto los procesos vegetales en los que colaboran, se ve amenazada por la competencia debida a la introducción de cientos de miles de abejas melíferas, una especie clasificada como ganado a efectos oficiales / EFE

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