Hallados en Francia los restos de Homo sapiens más antiguos de Europa
Un diente moderno hallado en una cueva del sur de Francia podría retrasar en casi 10.000 años las primeras pruebas de la presencia de humanos modernos en Europa. Hasta ahora, los hallazgos arqueológicos indicaban que los Homo sapiens llegaron al continente europeo hace unos 45.000 años.
Sin embargo, el descubrimiento del equipo de
arqueólogos y paleoantropólogos dirigido por Ludovic Slimak, investigador del
CNRS en la Universidad de Toulouse, haría retroceder la llegada del Homo
sapiens a Europa occidental hasta hace unos 54.000 años, según un nuevo
artículo publicado en la revista 'Science'.
Según este estudio de un equipo internacional, el
diente y docenas de herramientas de piedra de la misma capa sedimentaria de la
cueva Mandrin, en el río Ródano, pertenecían a un humano moderno que vivió en
una época en la que se creía que los neandertales eran los únicos ocupantes de
Europa. Los hallazgos también dibujan una imagen notable de la intimidad de los
humanos modernos y sus vecinos neandertales, sugiriendo que podrían haber
intercambiado la ocupación de la cueva varias veces, incluso en un mismo año.
"Este trabajo me parece absolutamente
fascinante", ha afirmado para la revista científica Kristin Krueger,
paleoantropóloga dental de la Universidad de Loyola de Chicago: "Por lo
que puedo decir, es una prueba sólida de que los humanos modernos llegaron a
Europa antes de lo que se pensaba".
Sin embargo, como señala 'Science', para otros el
entusiasmo se ve atenuado por la cautela, sobre todo teniendo en cuenta que la
afirmación se basa principalmente en un solo diente humano moderno. Hay varios
"si aquí", dice el paleogenetista Carles Lalueza-Fox, de la
Universidad de Barcelona: "Para tener un caso más sólido, deberíamos tener
al menos pruebas esqueléticas o genéticas más sólidas".
Un posible
cambio de paradigma
Tras surgir en África, los humanos modernos se
adentraron en Oriente Medio hace ya 180.000 años, donde es posible que se
encontraran y se aparearan por primera vez con los neandertales, que ya vivían
en Europa y Asia. No obstante, los modernos llegaron tarde a Europa, donde
hasta ahora las primeras pruebas de sus restos y artefactos procedían de la
cueva Bacho Kiro de Bulgaria, datada en unos 45.000 años.
Los nuevos descubrimientos que podrían cambiar este
panorama proceden de un saliente rocoso conocido como Grotte Mandrin, en el
verde valle del río Ródano. Desde 1990, las excavaciones del suelo de la cueva
han profundizado en 12 capas sedimentarias depositadas hace entre 80.000 y
35.000 años.
En 2006, lo que los arqueólogos denominan capa E
arrojó un conjunto de puntas de piedra afiladas con precisión y huesos de
animales. Seis años después, encontraron un molar parcial, un diente de leche:
"Pasamos 15 años excavando esta capa", explica Ludovic Slimak,
paleoantropólogo de la Universidad de Toulouse Jean Jaurès. "Fuimos
despacio porque es muy rica y hay mucho material muy pequeño", recalca.
La producción estandarizada de puntas de flechas,
con precisión milimétrica, era "algo totalmente desconocido en las sociedades
neandertales", afirma Ludovic Slimak, lo que inició las sospechas sobre la
posibilidad de que pertenecieran a un Homo sapiens, que luego confirmó un
diente: Clément Zanolli, paleoantropólogo de la Universidad de Burdeos, analizó
el molar de la capa E y otros ocho dientes encontrados en otras capas. Aunque
el molar estaba roto, conservaba una parte reveladora de su cúspide llamada
talónido, que en los humanos modernos da a sus dientes un contorno más cuadrado
que los de los neandertales.
"[Este] diente es bastante cuadrado",
afirma Zanolli, lo que indica que perteneció a un humano moderno joven. En
cambio, todos los dientes de las capas superiores e inferiores a la capa E
tenían características claramente neandertales.
Una
alternancia de 10.000 años
Las herramientas y los dientes de las siguientes
capas por encima de la capa E sugieren que los neandertales volvieron a ocupar
en algún momento la Grotte Mandrin. Luego, en las capas fechadas hace unos
42.000 años, las herramientas parecen haber sido fabricadas de nuevo por
humanos modernos; se parecen a las herramientas "protoeurignacianas"
encontradas en otros yacimientos de humanos modernos del mismo periodo, asegura
Slimak.
En conjunto, estas pruebas demuestran que los
humanos modernos llegaron al sur de Francia hace unos 54.000 años, según han
explicado estos investigadores en 'Science Advances'. Los pobladores
probablemente llegaron desde el este y subieron por el valle del río Ródano
desde la costa mediterránea, apunta Slimak. Después de que los humanos modernos
se instalaran en el refugio, ellos y los neandertales se turnaron durante otros
10.000 años.
"En algún momento, las dos poblaciones
coexistieron en la cueva o en el mismo territorio", concluye el
investigador, quien imagina que el neandertal podría haber servido de guía al
Sapiens para llevarle a las mejores fuentes de sílex (la piedra utilizada para
las flechas) disponibles, algunas de las cuales se encuentran hasta a 90
kilómetros de distancia: "En la etnografía, la cuestión de utilizar guías
en territorio desconocido es universal", señala.
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