Nueva York detecta nuevas variantes de covid en aguas residuales que podrían venir de animales
Investigadores de Estados Unidos afirman haber descubierto una nueva variante de la covid-19 en las aguas residuales de Nueva York. El hallazgo se produjo el pasado mes de enero, y, según explica el New York Times, citando una investigación publicada en la revista Nature, "los fragmentos virales que encontraron en el agua tenían una constelación única de mutaciones que nunca antes se habían informado en pacientes humanos, un signo potencial de una nueva variante no detectada previamente".
Lo cierto es que no es la primera vez que esto
ocurre, ya que durante todo un año estas extrañas secuencias o lo que los
científicos llaman "linajes crípticos", han aparecido varias veces en
las aguas residuales de la ciudad.
Lo curioso del asunto es que estas variantes no se
han detectado en humanos. Tampoco hay evidencia de que los linajes, que han
estado circulando durante al menos un año sin superar a delta u ómicron,
representen un riesgo elevado para la salud de los humanos. Los investigadores,
cuyos hallazgos se publicaron el jueves en Nature, aún no tienen idea de dónde
provienen, ni han detectado estas variantes entre personas contagiadas.“No
hemos encontrado los linajes crípticos en las bases de datos humanas, y hemos
buscado por todas partes”, afirma Monica Trujillo, microbióloga del
Queensborough Community College y autora del nuevo artículo.
Los propios investigadores están desconcertados:
algunos se inclinan por la explicación de que el virus proviene de personas
cuyas infecciones no se capturan mediante secuenciación. Pero otros sospechan
que las variantes pueden provenir de animales infectados con virus,
posiblemente la enorme población de ratas de la ciudad.
Los investigadores han estado tomando muestras de
aguas residuales de 14 plantas de tratamiento en la ciudad de Nueva York desde
junio de 2020. En enero de 2021 comenzaron a hacer una secuenciación específica
de las muestras. Así fue como hallaron fragmentos virales con nuevos patrones
de mutaciones en un puñado de plantas de tratamiento. Y encontraron estas
variaciones repetidamente en las muestras recogidas, es decir, varias veces
cada variante. Por eso la teoría de que son personas cuyas infecciones han
escapado a la detección o cuyo virus no se ha secuenciado pierde fuerza.
Porque el hecho de que siguieran apareciendo en las
mismas plantas de aguas residuales hace que esta teoría sea menos probable,
dijeron los investigadores, dado que los neoyorquinos, y cualquier variante que
puedan tener, tienden a moverse por la ciudad sin restricciones. Además, las
variantes han estado circulando durante tanto tiempo que deberían haber
aparecido en al menos una muestra secuenciada de una persona infectada.
Esto favorece la hipótesis de que las secuencias
provienen de animales, quizás de unas pocas poblaciones específicas con
territorios limitados. En mayo y junio de 2021, cuando el número de casos
humanos de covid-19 en la ciudad era bajo, los misteriosos linajes componían
una mayor proporción del ARN viral en las aguas residuales, lo que sugiere que
pueden provenir de una fuente no humana.
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