Reconstruyen las condiciones de la Tierra en la antesala de la aparición de la vida animal
Un estudio reciente ha permitido reconstruir las condiciones paleoambientales de un suceso crítico en el surgimiento de la vida animal en la Tierra.
Para entender la interacción entre los principales
cambios ambientales y la evolución de la biología, es necesario reconstruir las
condiciones ambientales de la Tierra. Las reconstrucciones de la Tierra
temprana, por ejemplo, describen las condiciones físico-químicas que debieron
darse en la atmósfera y océanos para que la vida surgiera y evolucionara. Estas
reconstrucciones se pueden aplicar desde el punto de vista de la astrobiología
en otros planetas terrestres, como es el caso de Marte.
Un trabajo liderado por Fuencisla Cañadas, en la
actualidad investigadora Marie Curie en el Centro de Astrobiología (CAB),
dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el
Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), todas estas instituciones en
España, ha reconstruido las condiciones paleoambientales de un apasionante
tiempo geológico correspondiente al final del periodo Ediacárico (o periodo de
Ediacara), hace entre 570 y 551 millones de años aproximadamente.
Para ello, han estudiado rocas ricas en materia
orgánica que se encuentran en el sur de China y que registran, de una manera
excepcional, la perturbación del ciclo del carbono más profunda registrada en
la historia de la Tierra, conocida como la excursión de Shuram, cuyo origen y
duración son actualmente muy debatidos.
Algunas investigaciones relacionan esta perturbación
con la existencia de gran cantidad de materia orgánica en los océanos que fue
poco a poco oxidada, lo que ha llevado a especular sobre una conexión causal
con el surgimiento contemporáneo de la vida animal ya que, una vez oxidada esa
materia orgánica, existiría más oxígeno libre, en cantidad suficiente como para
influir en la aparición de los primeros animales.
Otros estudios, sin embargo, plantean que esta
variación en el ciclo de carbono puede ser un producto de eventos geológicos
posteriores, minimizando así su relevancia en la evolución de los primeros
animales.
Este nuevo estudio, publicado en la revista
académica Nature Communications, describe las condiciones ambientales que
dominaron en el océano durante esa época y que llevaron a la excursión de
Shuram a volver a su estado de equilibrio. Los resultados obtenidos de los
isotopos de carbono y nitrógeno, junto con heterogeneidades observadas en la
materia orgánica usando espectroscopia de Raman, han permitido describir un
nuevo equilibrio en los ciclos de carbono y nitrógeno, que resultó en una gran
actividad fotosintética, es decir, en la producción de materia orgánica y
oxígeno.
La mayor parte de la materia orgánica fue oxidada o
consumida por otros organismos, pero otra gran proporción fue preservada en el
fondo del océano, lo que provocó que la excursión de Shuram volviera de nuevo
al estado de equilibrio. Este evento provocó un cambio en los ecosistemas que
pasaron a estar dominados por comunidades autotróficas (que producen su propio
alimento) frente a las heterotróficas (que no pueden producir su propio
alimento).
Según Cañadas, “Es posible que la elevada producción
de oxígeno en las aguas superficiales, fruto de la fotosíntesis, aumentara lo
suficiente como para expandirse de forma vertical hacia aguas profundas, dando
lugar a la creación de nuevos nichos ecológicos de organismos oxigénicos”.
Este tipo de trabajos son fundamentales para conocer
bajo qué condiciones ambientales la vida fue capaz de prosperar en el pasado y
comprender su implicación en el estudio de vida más allá de la Tierra. Cada
reconstrucción de un determinado ambiente del pasado geológico funciona como
una pequeña pieza de un rompecabezas. Uniendo todas las piezas, obtenemos una
visión global de cómo era la Tierra temprana, cómo fue su evolución hasta
nuestros días, y cómo los principales cambios ambientales fueron forjando la
evolución biológica. (Fuente: CAB)
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