Rusia amenaza con dejar caer la estación espacial sobre EEUU o Europa

 

Los lugartenientes del presidente ruso Vladimir Putin no conocen límites: Dmitry Rogozin — director de la agencia espacial rusa Roscosmos — acaba de amenazar veladamente a los Estados Unidos y Europa con dejar caer la Estación Espacial Internacional sobre sus territorios.

Dmitry Rogozin, el administrador responsable del peligro en el que se ha convertido Roscosmos desde que tomó el poder en 2018, lo ha dicho en Twitter: "Si [los EEUU] bloquean la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la Estación Espacial Internacional (ISS) de una órbita incontrolada y de que caiga en los Estados Unidos o... ¿Europa?" Sus declaraciones en Twitter responden a la nueva lista negra del gobierno de los EEUU, que prohíbe tratar con todas las compañías del complejo aeroespacial ruso.

Rogozin remacha con su habitual lenguaje amenazante: "también existe la posibilidad de que una estructura de 500 toneladas caiga sobre la India y China. ¿Queréis amenazarlos con tal perspectiva? La ISS no sobrevuela Rusia, por lo tanto, todos los riesgos son vuestros. ¿Estáis listos para ello?"

Aunque la amenaza en realidad no puede ejecutar — parece totalmente imposible que los cosmonautas rusos realizaran una misión suicida con los motores de su sector o que les dejaran los otros astronautas — Rogozin continúa con una diatriba sobre las consecuencias de bloquear la industria espacial rusa. Según Rogozin, esto paralizará el mundo. Elon Musk probablemente se estará riendo de ello mientras se frota las manos ante la perspectiva de negocio.

No es el primer intento de intimidación de Rogozin, que tiene un largo historial de declaraciones contra occidente. Su currículum combina el lenguaje 'gangsteril' con una corrupción extrema, la incompetencia en la administración de Roscosmos, según múltiples investigaciones, y el desprecio total al propio programa espacial. Él mismo era un feroz crítico de Roscosmos antes de que Putin le diera el mando.

Sus abusos de poder y el uso de los recursos de Roscosmos para su beneficio personal – que incluye la construcción de una mansión, cochazos y demás prebendas injustificadas mientras sus programas espaciales languidecen por falta de fondos — han sido denunciados en varias ocasiones por valientes ingenieros que luego desaparecen de sus puestos por ejecución sumaria administrativa. La última: destituir a un respetado y condecorado cosmonauta que criticó la orden de Rogozin para filmar una película de serie B en la parte rusa de la estación espacial. Un film que cuenta con una actriz amiga personal de Rogozin, un director ruso amigo personal de Rogozin y un productor ejecutivo que responde al nombre de — ¡sorpresa! — Dmitry Rogozin.

Douglas Loverro — antiguo jefe del programa espacial tripulado de la NASA — lo ha dicho claramente: Roscosmos es una agencia espacial fallida gracias a su director. “Rogozin la ha liado. Hay falta de fondos, falta de un objetivo claro”.

Pero quizás Loverro se equivoca. El objetivo de Rogozin — a juzgar por sus acciones y palabras — parece ser llevar a la agencia al desastre mientras la usa como arma arrojadiza y fanfarronea ante su jefe. Ha prometido una fabulosa estación espacial rusa o un nuevo supuesto transbordador ruso que nunca llegarán. No mientras él siga al mando y Putin le deje sin fondos para construir misiles hipersónicos y armas nucleares para generar tsunamis radioactivos.

Mientras, la lista de graves errores de Roscosmos que han puesto en peligro real a la ISS es interminable. Algunos de ellos — como los agujeros en la nave Soyuz que dejaron escapar aire de la estación — han sido clasificados como posible sabotaje por parte de los contratistas rusos. Todos estos problemas llevaron a la NASA a retirar su confianza a la agencia rusa internamente, aunque no lo hayan hecho todavía públicamente. Quizás la solución ante esta crisis y este lenguaje amenazante — que ahora se extiende desde las estepas ucranianas a 100 kilómetros sobre la superficie — sea expulsar a los rusos de la estación espacial internacional.

A pesar de que la ISS fuera uno de los proyectos que ayudaron a poner fin a la Guerra Fría antes de que Putin se hiciera con el poder, las aportaciones científicas rusas son cada vez menores mientras que los peligros de su ingeniería obsoleta son cada vez mayores. Es una pena porque Rusia todavía cuenta con algunos de los más brillantes y preparados cosmonautas del planeta. Pero, si sus jefes se empeñan en violar la soberanía de un país y amenazar al resto al más puro estilo gánster, tendrán que quedarse en tierra. NASA, JAXA, CSA y ESA deben tomar una decisión y separar los módulos rusos de la ISS cuanto antes.

           

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